Blackstone es el gran deshauciador

El mayor fondo de inversión de capital riesgo del mundo compra pisos a los bancos catalanes al por mayor y a precio de saldo, y desahucia familias vulnerables
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Aterrizó en el Estado español para comprar pisos a precio de saldo aprovechándose de la crisis y a estas alturas continúa haciendo el agosto en el sector inmobiliario gracias al stock que acumulan los bancos y que compra en condiciones muy ventajosas. De Blackstone casi nadie había oído hablar hasta que trascendió la venta en 2013 por parte del gobierno de Ana Botella de 1.860 pisos de alquiler social a este fondo buitre por 128,5 millones de euros, una operación muy polémica pero legal, según la Audiencia de Madrid. El mayor fondo de inversión de capital riesgo del mundo de origen norteamericano actúa a través de una apretada red de trece sociedades pantalla que quieren acapararlo todo: desde hoteles a oficinas pasando por pisos y bloques de viviendas. Y para él, Cataluña es el paraíso.

POSICIÓN DE DOMINIO
Una de las últimas grandes subastas inmobiliarias de las cuales se ha beneficiado Blackstone es la adquisición de 4.500 viviendas de alquiler del Banco Sabadell. La mayor venta de pisos en bloque de la banca catalana en los últimos años se cerró a finales del 2015 y estaba valorada en unos 600 millones de euros. El negocio es muy rentable para ambas partes. Por un lado, el fondo de inversión consigue los pisos del banco a un precio muy inferior -el descuento puede oscilar entre el 40% y el 70%- y después obtiene nuevos ingresos especulando, porque puede subir el precio del alquiler cuando se acaba el contrato o venta. Por orto lado, la transacción ha permitido al Sabadell deshacerse de la pesada carga de unos activos improductivos.

Como un depredador calculador y aprovechando su posición de dominio, los bancos desesperados por desembarazarse del excedente de pisos herencia de la burbuja inmobiliaria son sus objetivos. Entre los escogidos destacan el Banco Popular, Bankia y CaixaBank , pero también Catalunya Banc, ahora propiedad del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). En el caso de la antigua Caixa Catalunya, Blackstone cerró el año pasado la mayor inversión hecha al Estado con la compra de 40.000 hipotecas problemáticas valoradas en 6.400 millones de euros, por las cuales pagó 4.123 millones. La operación, rodeada de secretismo, se cerró después de nueve meses de negociaciones con la bendición del gobierno español y allanó el camino a la venta de la entidad catalana rescatada.

La gestión de este paquete de préstamos hipotecarios tóxicos recayó en Anticipa, una de las filiales inmobiliarias de Blackstone, dirigida por Eduard Mendiluce y antigua inmobiliaria de Catalunya Caixa. Anticipa se presenta como una empresa de servicios de gestión y asesoramiento inmobiliario con más de veinte años de experiencia en el sector. Su cartera de inmuebles en alquiler supera los 7.500, y en los últimos cinco años han realizado más de 36.000 operaciones de venta y alquiler. La parte inmobiliaria de Blackstone tiene como mínimo tres filiales más: Fidere, especializada en acaparar vivienda social como la que les vendieron los administradores de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) de Madrid y que ahora el gobierno de Manuela Carmena quiere llevar a los tribunales por irregularidades; Logicos, centrada en activos logísticos, y Multe Development, dedicada a los centros comerciales.

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