Las huellas de la Guerra Civil en las comarcas del sur son todavía muy visibles. Después de la vergonzosa consulta de Tortosa sobre el monumento a la Batalla del Ebro, en Gandesa se ha desatado una polémica por la pervivencia del monolito erigido en honor al aviador nazi Heinz Willer que hay en la rambla de la Democracia de esta localidad.
Un grupo de vecinos se ha dirigido al alcalde, el convergente Carles Luz, para que esta rémora del pasado sea retirada del espacio público. Heinz Willer era un aviador de la terrorífica Legión Cóndor -responsable, entre otras atrocidades, del bombardeo de la villa vasca de Gernika- que fue abatido en los alrededores de Gandesa en 1938, en plena Batalla del Ebro.
Al terminar la Guerra Civil, se le dedicó un monolito, escrito en alemán, donde dice que el aviador nazi murió «por una España libre». Cómo se puede ver en la foto que acompaña este artículo, al final de la lápida conmemorativa también figura inscrito el número 88, que es el acrónimo de Heil, Hitler (la letra H es la octava del alfabeto y la cifra 88 se traduce por HH-Heil, Hitler).
Para más inri, este monolito esta a tocar de las Escoles Velles de Gandesa, sede del Centre d’Estudis de la Batalla de l’Ebre (CEBE). Es inaudito que, casi 75 años después de aquella trágica conflagració bélica, todavía reste de pie un memorial dedicado a uno de los miembros de la sanguinaria Legión Cóndor donde, además, se hace una exaltación del Führer. Esto constituye hoy una rareza única en Europa.
La vinculación familiar de Ramón Serrano Suñer con la villa de Gandesa -su madre era de la capital de la Terra Alta- explica la existencia de esta lápida. Ramón Serrano Suñer -el cuñadísimo del dictador Francisco Franco- fue ministro de Asuntos Exteriores de la dictadura y un declarado simpatizante del III Reich. En este sentido, fue el organizador de la División Azul, que combatió junto a las tropas nazis en la desastrosa ofensiva contra la Unión Soviética.
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