1.500 ME atrapados en Andorra

Las cuentas de la BPA que no se han traspasado a Vall Banc han quedado bloqueadas, sin posibilidad de sacar el dinero, lo que afecta a 2.300 clientes, muchos de ellos catalanes
vall banc
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Vall Banc ya está operativo. El banco donde se aglutinan los activos sanos de Banca Privada de Andorra (BPA), intervenida por el gobierno de este país hace más de un año, abrió las puertas al público este 11 de mayo. En el primer día, sus clientes, que eran los antiguos clientes de BPA, retiraron más de un millón de euros de sus cuentas corrientes, un importe considerable si se tiene en cuenta que sólo pueden sacar un máximo de 25.000 euros durante este primer mes.

En declaraciones a la prensa andorrana, el presidente de Vall Banco, César Goyache, destacó que el primer día que abrieron al público también se ingresaron 100.000 euros, aunque eso quiere decir que, por cada euro que les confiaron, salieron nueve. A este paso, el nuevo banco andorrano corre el riesgo de quedarse pronto seco. De hecho, según se explica en los círculos financieros andorranos, en los últimos meses, mientras se podían sacar dinero de BPA -con una limitación de 2.500 euros semanales por titular-, ya se produjo una fuga de fondos.

Los clientes de la BPA que han sido transferidos a Vall Banc se pueden considerar afortunados porque, poco a poco, recuperarán los fondos que tenían en las cuentas a la vista, pero aquellos que disponían de planes de ahorro a plazo, de planes de jubilación y de productos financieros varios todavía tendrán que esperar.

Adiós preferentes
En cambio, los accionistas y los inversores que compraron preferentes de la BPA lo han perdido todo. No recuperarán ni un céntimo. Los 64 millones de euros en preferentes se han utilizado para pagar las deudas generadas por la resolución -la intervención y la venta posterior- de la antigua Banca Privada de Andorra.

Además de los preferentistas, hay otro grupo de clientes particularmente perjudicados, que son aquellos que tenían cuentas en la BPA que no han sido transferidos a Vall Banc porque no han podido o no han querido aportar la documentación requerida. Se trata de unos 2.200 clientes, de los cuales 923 forman parte de una lista roja de sospechosos de blanqueo de capitales, y unos 1.300, de una lista gris, que son los que no han acreditado el origen del dinero.

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