Los números del Instituto Municipal de Informática (IMI) no sólo centran una investigación del Ayuntamiento de Barcelona, también han llamado la atención de la Oficina Antifraude de Catalunya (OAC), que ha comenzado a indagar sobre el supuesto pago, durante la etapa de Xavier Trias como alcalde, de 1,4 millones en facturas sin justificar.
En esta actuación de oficio, Antifraude estudia si verdaderamente las facturas se corresponden con alguna partida presupuestaria y si los pagos se efectuaron como marca la ley. Esta oficina ya ha pedido al Consistorio los expedientes de los pagos bajo sospecha.
En el periodo que se investiga, 2014-2015, el IMI dependía del área que dirigía la exteniente de alcalde Antoni Vives. El Ayuntamiento ha apuntado la posibilidad de que el anterior equipo de Gobierno se hubiera excedido con la contratación directa en los trabajos que se facturaron, pero no se han facilitado nuevas informaciones.
El Consistorio abrió un expediente informativo a raíz de la detección de facturas no pagadas que totalizan 1,4 millones de euros y que, según explicó el teniente de alcalde Gerardo Pisarello, no tienen contrapartida determinada ni asignación presupuestaria.
