El ingeniero y empresario catalán Josep Maria Bosch i Aymerich, fallecido en febrero del año pasado, acumuló una nutrida colección de arte y joyas que se subasta esta semana en la sala Balclis de Barcelona por importes insólitos.
Los lotes de la «Subasta especial: Fundació Privada Bosch i Aymerich» se pueden consultar en la web de Balclis, donde llaman la atención varias autorías y muchos de los precios de salida. Fuentes especializadas consultadas por EL TRIANGLE consideran, de hecho, que la autenticidad de muchos de los artículos es más que dudosa.
En el lote 36, por ejemplo, hay dos pendientes modernistas llenos de diamantes con un precio inicial de 700 euros. Y en el 140, una pulsera trufada del mismo tipo de piedras preciosas por 1.200 euros. Los artículos con precios inferiores (o ligeramente superiores) a los 1.000 euros que son, según se dice, de oro, plata o gemes son bastante numerosos.
En cuanto al arte, se subastan varias piezas que, supuestamente, son obras de Pablo Picasso a precios de salida de 1.200 euros (lote 890) y 3.000 euros (lotes 889, 893 y 894). También hay una pintura de Rafael Alberti por 500 euros. Además, una mesa atribuida al arquitecto y diseñador suizo Le Corbusier (lote 1020) cuesta, de entrada, 400 euros y una butaca del mismo creador (supuestamente) tiene un precio de salida de 500 euros.
De cargo franquista a la Cruz de Sant Jordi
La figura de Bosch y Aymerich, galardonado por la Generalitat de Catalunya en 2013 con la Cruz de Sant Jordi por su «contribución a la economía», es bastante controvertida. Más allá de haber promovido, mediante el Asociación Ibérica para la Democracia y el Buen Gobierno (AIDEBU), la creación de un peculiar Estado ibérico, era uno de los nombres que aparecía en la lista Falciani de defraudadores y, durante la dictadura de Francisco Franco, fue delegado en los Estados Unidos del Instituto Nacional de Industria (INI). Se le considera, asimismo, una figura clave en el establecimiento de bases militares estadounidenses en España.
