La voluntad de Convergència se ha impuesto a la de Demòcrates de Catalunya (la formación creada por los independentistas de Unió) y finalmente se propondrá investir como alcalde de Girona al candidato que también Carles Puigdemont quería: Albert Ballesta.
Con este viernes como fecha tope y las 24 horas de antelación para convocar el pleno extraordinario como condicionante, se ha acordado que Ballesta, 19º a la lista electoral de las últimas municipales y director de los Servicios Territoriales de Interior en Girona, suceda a Puigdemont al frente del Consistorio gerundense.
La entente es el resultado de un buen puñado de tensas reuniones en los últimos días, durante los cuales se han posicionado otros interesados en el cargo. A raíz de la renuncia de Puigdemont, surgieron los nombres de miembros de su equipo de Gobierno: Marta Madrenas, Carles Ribas, Maria Àngels Planas e Isabel Muradàs, candidata propuesta por Demòcrates de Catalunya y alcaldesa en funciones.
Para hacer posible el ascenso de Ballesta sido necesaria la renuncia al acta de regidor de las ocho personas que ocuparon los lugares entre el 11º y el 18º en la lista presentada por Convergència i Unió a las elecciones municipales del 24 de mayo de 2015, así como la renuncia por parte de los actuales regidores a aspirar a la alcaldía. Los últimos escollos han sido Albert Colomer (militante de Unió y 15º a la lista) y Roser Urra (17ª). Colomer ha cedido este martes a pesar de haberse opuesto reiteradamente a una designación que tildó de poco ética. Urra (Demòcrates de Catalunya) ha recibido una llamada del propio Puigdemont y finalmente ha desistido pasadas las once de la noche, explica el Diari de Girona.
