El tranvía de los amigos

La conexión del TramBaix y del TramBesòs por la Diagonal podría cambiar las condiciones de la concesión a TRAM SA donde figuran empresarios próximos a CDC como Carles Sumarroca
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El debate sobre la conexión del tranvía por la avenida Diagonal vuelve cíclicamente con cada cambio de gobierno. El último capítulo de este culebrón lo protagoniza la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que acaba de encargar un estudio sobre esta polémica obra porque forma parte de los compromisos electorales de Barcelona En común, pero sobre todo de la obsesión de Iniciativa per Catalunya Verds. Pocos entienden la defensa enconada del tranvía que hace la formación ecosocialista cuando resulta que su gestor es mayoritariamente privado y algunas de las empresas que integran TRAM SA forman parte del núcleo llevar convergente.

Coincidiendo con los primeros cien días de gobierno, Ada Colau ha encargado a la sociedad municipal Bimsa un exhaustivo estudio sobre la viabilidad técnica de un proyecto que el exalcalde Xavier Trias ha rechazado siempre por los problemas que, según su parecer, provocaría el tranvía en las intersecciones de la avenida con las plazas de las Glòries y de Francesc Macià.

A pesar de que algunos consideran la conexión del TramBaix y del TramBesòs por la Diagonal como la opción más sencilla, barata y también más rentable, el objetivo del estudio es encontrar la solución que menos dolores de cabeza genere a la ciudad y a las arcas municipales. Además, hay que tener en cuenta los más de 16 millones de euros que el anterior gobierno de CiU se gastó en la remodelación parcial de esta importante arteria viaria, una reforma muy criticada.

El estudio de Bimsa tendrá que tener en cuenta por donde circularán los tranvías, las afectaciones sobre el tráfico privado y el medio ambiente, la accesibilidad de los peatones y de los ciclistas, la organización del sistema semafórico, las intersecciones con otras calles, las zonas de carga y descarga, las paradas y rutas de los autobuses, y, finalmente, la colocación de las futuras paradas en zonas que favorecen la conexión con otros medios de transporte público. Colau, que recibió el mes de julio pasado el visto bueno de Artur Mas al proyecto para disgusto de Trias, espera tener las conclusiones en unos tres meses y licitar el proyecto a principios del año que viene, si consigue primero el apoyo del resto de grupos municipales.

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