La respuesta de los hermanos Cierco, codirectores de la Banca Privada de Andorra (BPA), a la demoledora nota del FinCen, que acusaba a la entidad de facilitar el blanqueo de capitales a organizaciones criminales, ha sido de lo más áspera.
El bufete norteamericano Lewis Baach, que representa los intereses de los Cierco ante las autoridades de los Estados Unidos, ha hecho llegar un mensaje al Departamento del Tesoro norteamericano donde acusa el FinCen de haber destruido la BPA sin pruebas y le reclama la retirada de su acusación, que provocó la intervención de la BPA por parte de la INAF, el regulador bancario del Principado de Andorra.
Según los representantes de los Cierco, las autoridades norteamericanas fallaron en «la compilación de información y en la evaluación objetiva del negocio legítimo de BPA». Asimismo concluyen que «después de haber consultado las fuentes de información disponibles en relación a este negocio y el impacto de las medidas en los centenares de empleados y los miles de depositantes», las conclusiones y actuaciones «tendrían que haber sido diferentes».
Los abogados de los hermanos Cierco señalan que «si el FinCen hubiera iniciado un diálogo confidencial con el banco, habría podido concluir que presentar este escrito [la nota acusatoria] era apresurado y desproporcionado» y argumentan que aquel escrito se basaba en hechos ya judicializados.
Además, Lewis Baach señala, para defender la actuación de los Cierco, la contratación, en 2003, de KPMG y Deloitte para que elaboraran informes de prevención del blanqueo para la BPA.
