Ana Patricia Botín ha impulsado una nueva ampliación de capital por valor de 7.500 millones de euros, de forma que la marcada tendencia del Santander a diluir a sus pequeños accionistas continúa después de la muerte de Emilio Botín, quién dirigió los destinos de la entidad desde el 1986 hasta el año pasado. Este banco vale casi 16.000 millones de euros menos que en 2007 -justo antes del estallido de la crisis- y su capital es representado ahora por el doble de títulos que entonces.
La decisión de reforzar el capital perjudica al pequeño accionista -excluido de la maniobra- que confía en el valor accionarial de la entidad y sufre la reducción del dividendo, que pasa del 0,6 a los 0,2 euros por acción, y ve como se diluye un 10% su participación. Desde finales de 2009, el título del Santander ha perdido un 37,7% de su valor en bolsa: de los 11 a los 6,85 euros. En cambio, la medida de Ana Patricia Botín representa una oportunidad que otros perfiles de inversor no dejan pasar.
Se estima que el multimillonario George Soros, mediante sus fondos, ha invertido unos 500 millones de euros en esa flamante ampliación de capital, importe que representa un 7% de ella, aproximadamente, según fuentes cercanas a la colocación accionarial citadas por El Mundo. Es una nueva muestra del interés de Soros por las cotizadas españolas -ya invirtió en Endesa y Bankia y se interesó por FCC-, atraído por el descuento en el precio, que provocó, eso sí, junto con el recorte de los dividendos, una caída del 14,09% en las acciones del Santander el pasado viernes, hasta los 5,89 euros. Aquel día el banco líder en España perdió más de 12.000 millones de capitalización bursátil.
