Dos encuestas aparecidas en los diarios El País y La Vanguardia este domingo dibujan un panorama preocupante para los catalanes de izquierdas. De repente, ERC deja de ser el partido más votado en Catalunya en unas autonómicas. CiU recupera la primacía de candidatura más votada, pese a perder 10 diputados en comparación con las elecciones de dos años atrás. Los 38 o 39 escaños que el Centro de Estudios de Opinión había llegado a dar a ERC una semana antes del 9N se convertirían, según La Vanguardia, en 27, sólo seis más que en las elecciones del 2012. Es decir, que toda la movida independentista habrá servido para que CiU pierda 10 escaños, ERC gane 6 y el Parlamento catalán tuviera una mayoría de 68 diputados de derecha (CiU PP Ciudadanos) frente a 67 de izquierdas (ERC Podemos PSC ICV-EUIA CUP).
Mientras, el sondeo de El País situaba al PSOE como partido más votado en unas elecciones generales, previstas para noviembre próximo, con un 27% de los votos, seguido por Podemos, con un 25% y el PP, con un 20%. Es decir, la mayoría de izquierdas en el Congreso de los Diputados sería incontestable.
Tendríamos una Catalunya de mayoría conservadora en plena campaña para separarse de una España de izquierdas. Gran dilema para los catalanes progresistas. ¿Preferirán optar por independizarse de una España del PP que ya no existirá y confiar en que la mayoría CiU-ERC salve los muebles de una Catalunya liderada por el neoliberal Mas? ¿O se replantearán su opción separatista?
Recomiendo a los tradicionales votantes de izquierda que se han pasado al independentismo en los últimos tiempos que le den un par de vueltas a estos sondeos. O tres.
