El ataque informático sufrido por la Generalitat de Catalunya el fin de semana del 9N procedía sobre todo de los Estados Unidos, aunque también de Rusia, Ucrania y China. El Gobierno catalán, declaró el presidente Artur Mas, estudia el caso y evalúa posibles acciones legales contra los responsables de una acción automatizada que, considera, fue ejecutada por expertos con intencionalidad política que disfrutaban de dinero para llevarla a cabo.
No se han determinado los autores, pero sí que se conoce el procedimiento empleado. Se trata de un ataque de denegación de servicio de origen distribuido (DDoS). Consiste en lograr que se corte el acceso a informaciones mediante una sobrecarga de visitas que satura una red o un sistema, que acaba denegando su servicio. En este caso, según la Generalitat, se quería impedir el acceso a la información sobre la votación del 9N y se puso en peligro, durante unas horas el pasado sábado, el acceso al Servicio de Emergencias Médicas, a los historiales clínicos y a la dispensa de medicamentos (la receta electrónica).
El alud de ataques se incrementó del sábado -un tráfico 20.000 veces superior al normal- al domingo -un tráfico hasta 60.000 veces superior al normal- y todavía seguía este lunes, aunque con un tráfico menor. Según Vilaweb, durante el fin de semana del 9N este fue el cuarto ataque informático más potente en el mundo y concentró el 90% de todos los ciberataques en España del último fin de semana.