Esperanza Aguirre ha tomado la iniciativa en cuanto a actos de contrición en el PP una vez destapada la red corrupta que, supuestamente, encabezaba quien fue el número dos de la expresidenta madrileña, Francisco Granados. Pero una información publicada este miércoles por Vozpópuli echa por tierra la escenificación de la líder de los populares madrileños, quien habría tenido en las manos en 2008 un informe de doce páginas en el que constructores denunciaban la trama de Granados.
Según la misma información, Aguirre se comprometió a destituir Granados después de recibir las denuncias por escrito que detallaban el cobro de comisiones ilegales, pero jamás llegó a hacerlo.
Aguirre ha declarado recientemente que si hubiera tenido la más mínima sospecha, habría actuado enseguida, pero no reaccionó a la descripción de las irregularidades de Granados y su amigo David Marjaliza, que explicitaba -con esquema incluido- maniobras como recalificaciones de terrenos, cobros de comisiones y movimientos de dinero negro.
Miguel Bernard, secretario general de Manos Limpias, entregó aquel manuscrito de doce folios y es quienes asegura que Aguirre le prometió que echaría Granados en dos meses. Aguirre, en cambio, apoyó a algunas adjudicaciones de contratos que ahora se encuentran bajo la lupa de Anticorrupción.
Aguirre tampoco destituyó a Granados el año siguiente, cuando David Merino, exdirector general de la constructora Dico, denunció las martingalas de Granados y compañía en Interviú.
