Casi dos horas y media de comparecencia, este viernes, de Jordi Pujol en el Parlamento que sólo han servido para constatar que el expresidente, rebautizado como Dr. Jekyll y Mr Hyde por el diputado de la CUP, David Fernàndez, tiene la cara amable, aquella que justifica la herencia recibida de su padre «por el miedo» a que la familia se quedara sin dinero, pero que todavía enseña las zarpas afiladas cuando se trata de torear los parlamentarios y a la prensa. Ni una respuesta. El exdirigente ha salido de la cámara sin dar las explicaciones. Y se ha permitido el lujo de reprochar algunas acusaciones a los diputados que se las reclamaban. Los representantes de la CUP han marchado antes de tiempo de la cámara, indignados con el talante de Pujol.
«No he sido un político corrupto», ha asegurado el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, durante su primera intervención en el Parlamento. El exdirigente de Convergència ha repetido que «nunca» se aprovechó de su «influencia» para enriquecerse. «No he recibido nunca dinero a cambio de una decisión político administrativa», ha dicho, para añadir que «tenía más dinero en los setenta que cuando tuve cargos políticos». «No compré fincas ni me dediqué a dar la vuelta al mundo, mi proyecto prioritario era el nacional», ha dicho.
El expresidente ha explicado que el origen de la herencia de su padre que mantuvo escondida en el extranjero durante 34 años no tenía un origen ilícito, ni salió del erario público. Pujol sólo ha rebelado la cuantía que le dejó en herencia su padre: 140 millones de pesetas, del año 1980. Una cifra que le ha reprochado la presidenta del PP, Alícia Sánchez-Camacho: «no subiría, ni con la inflación, a los 4 millones que ha regularizado a Hacienda». Camacho ha restado credibilidad a la comparecencia y las explicaciones de Pujol. «No tiene credibilidad para decir si es o no un político corrupto, porque ha mentido durante 30 años a todos los catalanes», ha dicho la dirigente del PP.
«Por qué 34 años después, tenía información privilegiada? Está pactando con la fiscalía para evitar responsabilidad a su familia? La Caja B de Banca Catalana forma parte de la herencia? Ha tenido un trato de privilegio por haber sido socio del PP y del PSOE? Por qué ha tenido esta impunidad durante tantos años? El presidente Mas formaba parte de la trama y de la banda?», ha sido la retahíla de preguntas efectuadas por el presidente de C’s, Albert Rivera, que resumen las explicaciones que los portavoces han pedido al expresidente.
«El oasis catalán era un estercolero con olor de perfume», ha dicho David Fernàndez, de la CUP, para avanzar que Pujol «cómo hombre de Estado que ha sido, quedará impune».
«Cuando se dice que tengo 30 millones de euros en Andorra se miente. Hay que contrastar la información. Es falso», ha respondido Pujol, para desmentir también que haya habido, como lo han acusado algunos portavoces, de pactar con fiscalía y con el gobierno para que el entramado no salpique su familia. «No ha habido ninguna conversación entre el presidente Rajoy y yo», ha dicho.
«Si todo hubiera sido tan corrupto, el país no se habría aguantado», ha dicho Pujol, para acallar a portavoces como Herrera, Rivera y Fernàndez, que lo han acusado de extender el «modelo de corrupción desde el Gobierno» durante años. El expresidente se ha marchado de la cámara sin atender los medios.
