El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, tiene un problema añadido a los dolores de cabeza acumulados desde la primavera. A los hechos de Can Vies, las quejas de los vecinos de la Barceloneta, los problemas sobre vivienda que pone de manifiesto la PAH, el escándalo de su padre político, Jordi Pujol, y sus complicadas perspectivas de reelección se suma el enfado de grandes cadenas de moda con los horarios comerciales estrenados este verano.
El Ayuntamiento permitió por primera vez que abrieran los domingos (de 10 h a 18 h) sus tiendas con el objetivo de aprovechar la avalancha turística en la capital catalana. Pero los resultados para Inditex, Cortefiel y Desigual, entre otros, han sido decepcionantes, informa El Confidencial, hasta el punto que estarían planteándose la posibilidad de negarse a abrir en iguales condiciones el próximo verano.
Las quejas de estos gigantes de la moda se fundamentan en el hecho de que la falta de clientes entre las 16 y las 18 horas, si bien su negocio ha funcionado bien por las mañanas, les ha hecho perder dinero. Mientras muchos ciudadanos y entidades se quejan que el consistorio ha entregado la ciudad al turismo con sus políticas, estas grandes cadenas consideran que los horarios dominicales representan una protección del pequeño comercio.
Las más afectadas son las cadenas españolas, que tienen que vender mucho para ser rentables, y no pueden abrir sus tiendas en zonas no turísticas de gran afluencia de compradores, como son la mayoría de grandes centros comerciales (excepto Las Arenas).
