Los números de la subasta de la banca nacionalizada Catalunya Banc, que este lunes ha ganado el BBVA, son claros: la entidad catalana ha recibido una inyección de dinero público del Estado de 12.600 millones. El grupo presidido por Francisco González se ha adjudicado el banco rescatado por casi 1.100 millones. Las arcas públicas han perdido unos 11.500 millones, que ya no se recuperarán.
Catalunya Banc era un chollo para los grandes grupos económicos. La oferta del BBVA, a pesar de superar las del Santander, La Caixa y la francesa Societe Generale, se sitúa muy por debajo del patrimonio neto de la entidad catalana, de 2.500 millones.
El Estado, además, está dispuesto a hacerse cargo también de las reclamaciones por preferentes que arrastra la entidad catalana. Cualquier cosa con el objetivo de sacarse de encima a un banco que ha sido un pozo sin fondo desde que empezó a recurrir a las ayudas públicas para no quebrar.