Willy Meyer, número uno de lista de Izquierda Unida en las últimas elecciones europeas, no volverá a sentarse en el Parlamento Europeo. Ha renunciado a su escaño y a sus responsabilidades ejecutivas en el partido a raíz de las revelaciones del digital Infolibre, que publicó que él, al igual que Elena Valenciano (PSOE), había participado durante años en un fondo de pensiones privado del Parlamento Europeo gestionado por una SICAV (sociedad de inversión de capital variable con grandes ventajas fiscales) de Luxemburgo, cuyo administrador era Miguel Arias Cañete (PP). El histórico miembro de IU había reconocido el hecho y había anunciado que se daba de baja del polémico fondo, aunque también había señalado que no sabía que estaba controlado por una SICAV.
Meyer ha asistido en las últimas horas a una reunión de su partido en Madrid para tratar este asunto y, como muchos esperaban, en la rueda de prensa que ha convocado IU este miércoles se ha hecho saber que no tomará posesión del acta de diputado la próxima semana en Estrasburgo. El conocimiento del fondo de pensiones de Meyer ha provocado un verdadero terremoto interno en el partido, contrario a la baja tributación de las SICAV y a los fondos privados pagados con dinero público. El escándalo ha hecho caer a uno de los hombres fuertes de Cayo Lara cuando estaba a punto de iniciar su tercera legislatura como diputado en el Parlamento Europeo. Javier Couso ocupará su escaño en la Eurocámara.
