De los últimos indultos concedidos por el Gobierno central destaca, por polémico, el del guardia civil que grabó una agresión sexual y se rió. El consejo de ministros del 30 de mayo otorgó la medida de gracia a siete personas más, y ya suma 68 en este 2014. Cada vez, pues, es menos excepcional.
Tres indultos fueron para condenados por delitos contra la salud pública. Y tres más, por robo. El caso que ha saltado a la luz este fin de semana es el del guardia civil Manuel Arbesú, condenado en febrero del año pasado por la Audiencia de Asturias por un delito de omisión del deber de perseguir delitos. El guardia civil grabó una agresión sexual y se rió de ella. El decreto conmuta la pena de seis meses de inhabilitación, por una multa por el mismo periodo de 3 euros diarios.
Y el octavo indultado es Juan Miguel Vives Cutillas, condenado en Cuba en 2008 a 18 años de prisión por tráfico de drogas. Vives volvió de la isla a final de 2012 con otro preso, el dirigente de las Nuevas Generaciones del PP, Angel Carromero, para cumplir sus penas en España.
La diferencia es que mientras Carromero, condenado a cuatro años para matar a dos personas con el coche, cumplió seis meses antes de ser trasladado a España, Vives estuvo cuatro años en una prisión cubana. El indulto conmuta su pena de 18 años a la mitad.
