Además de sus negocios y de figurar en consejos de administración, cuando Urdangarin dejó el Instituto Nóos facturó a las empresas Motorpress Ibérica y Aceros Bergara, según revela el libro Urdangarin y la Copa América, de Roberto Grenville, pseudónimo detrás del cual supuestamente se escondería Diego Torres, el ex-socio del yerno del rey. En unas declaraciones a la web casonoos.com, Torres niega ser el autor del libro, pero no confirma ni desmiente ser una de las fuentes que ha suministrado las jugosas historias que se cuentan.
Entre otras muchas anécdotas, en el libro se explica que cuando en 2006 Urdangarin dejó la presidencia del Instituto Nóos facturó a dos empresas catalanas. Una era Motorpress Ibérica, dirigida por José Luis Samaranch. En relativamente poco tiempo recibe de esta empresa un total de 475.000 euros por una sencilla contraprestación: acudir un día al año al Salón del Automóvil en compañía de su consejero delegado y participar en una reunión anual del consejo, seguida de una comida con los empleados. Y lo facturaba, no directamente, sino a través de la empresa Aizoon, la sociedad que posee al 50% con la infanta Cristina, según relata el libro. Poco después «completará estos ingresos con 77.000 euros que le paga en poco más de dos años su íntimo amigo Joaquim Boixareu por, teóricamente, pertenecer al consejo de administración de su empresa Aceros Bergara», señala el libro.
