La amistad corrupta de Rosell y Teixeira

La estrecha relación del presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, con Ricardo Teixeira, ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), es una bomba de relojería

Sandro Rosell
Sandro Rosell

El caso de la empresa Ailanto Marketing Ltd., investigada por la justicia brasileña, es la punta del iceberg de una trama mucho más densa que se extiende por Suiza, Andorra, las islas Caimán, Estados Unidos, Qatar… y que amenaza con estallarle en las manos a Rosell. La fiscal brasileña Maria Lucia Morais está siguiendo, desde hace años, la pista de Ricardo Teixeira y anuncia que pronto habrá importantes novedades.

Ricardo Teixeira fue el todopoderoso presidente de la CBF entre 1989 y 2012, cuando se vio forzado a dimitir a causa de los escándalos que le acechaban. Por su parte, Sandro Rosell aterrizó en Río de Janeiro en 1999, como responsable del departamento de marketing de Nike para Latinoamérica. Amantes de los negocios y de amasar dinero, Teixeira y Rosell hicieron enseguida buenas migas.

 

LOS PARTIDOS AMISTOSOS
Fruto de esta estrecha colaboración surgieron varias líneas de colaboración. Nike se había convertido en patrocinadora de la selección brasileña durante el período 1997-2007 por un importe de 160 millones de dólares. Pero este contrato tenía algunas cláusulas abusivas, como se constató al hacerse público. Por ejemplo, la obligación de jugar 50 partidos amistosos y la alineación, como mínimo, de los ocho mejores jugadores. La justicia brasileña sospecha que de este acuerdo entre la multinacional norteamericana y la CBF, muy ventajoso para los intereses de Nike, Ricardo Teixeira sacó tajada particular.

El contrato Nike-CBF se renovó en 2007 a razón de 12 millones de dólares anuales y es aquí donde vuelve a entrar en juego Sandro Rosell, ahora como hombre de negocios independiente. A través de sus sociedades Ailanto Marketing Ltd. (domiciliada en Rio de Janeiro) y Uptrend Developments LLC (con sede en New Jersey), se ha probado documentalmente que, mientras Ricardo Teixeira estaba al frente de la CBF, el presidente del Barça había cobrado comisiones -él le llama «honorarios»- por los partidos amistosos celebrados por la selección brasileña de fútbol.

EL CHEQUE PARA LA NIÑA
El más polémico de estos partidos fue el Brasil-Portugal, celebrado en el nuevo estadio de fútbol de Brasilia el 19 de noviembre de 2008 y que contó con una subvención de cuatro millones de euros concedida por el gobernador de este estado. Al tratarse de dinero público que fue a parar, sin mediar concurso, a las cuentas de Ailanto Marketing Ltd., la justicia brasileña ha emprendido acciones legales que pueden acarrear a Sandro Rosell una pena de cárcel de entre uno y cinco años.

También se ha sabido que la sociedad Uptrend Developments LLC cobró, desde 2006, unos «honorarios» de 335.000 euros por cada uno de los 24 partidos amistosos de la selección brasileña en los que intermedió. Como es obvio, estos ventajosos contratos no hubieran sido posibles sin la estrecha complicidad de Ricardo Teixeira. Por eso está bajo sospecha el ingreso de un cheque por valor de 2,2 millones de dólares que Sandro Rosell efectuó el 22 de junio de 2011 en una cuenta de la hija de Ricardo Teixeira, de 11 años, en el banco Bradesco. Asimismo, una empleada de Ailanto Marketing Ltd. ha manifestado que se habían emitido cheques a nombre del propio Teixeira.

 

LA CONEXIÓN ANDORRANA
Por eso, cuando Ricardo Teixeira se vio envuelto en el escándalo de los sobornos pagados por la empresa suiza ISL y tuvo que dimitir como presidente de la CBF, Sandro Rosell acudió a socorrerle. ISL era la sociedad que gestionaba los derechos audiovisuales de la FIFA y, bajo el mandato del brasileño Joao Havelange, ex suegro de Teixeira, desaparecieron de sus cuentas 9,9 millones de euros. La investigación judicial abierta a raíz de la quiebra de ISL puso al descubierto que los dos brasileños se habían apropiado de una parte de este botín.

Para zanjar el asunto y no emprender acciones penales, se alcanzó un pacto de caballeros por el cual Teixeira y Havelange reembolsarían 1,7 millones de euros. El dinero se sacó en efectivo de una cuenta en Suiza y se depositó en Andorra. Finalmente, una sociedad polaca, Co-Invest SP, participada por la firma andorrana Bon Us SL, fue quien hizo efectiva la transferencia al abogado de Joseph Blatter, presidente de la FIFA.

Al frente de Bon Us SL está el andorrano Joan Besolí, actual consejero de Finanzas del Comú (ayuntamiento) de Sant Julià de Lòria. Sandro Rosell y Joan Besolí son, a su vez, socios de la gestoría andorrana Comptatges SL. Y es a través de esta gestoría que se tramitó, el pasado año, el permiso de residencia de Ricardo Teixeira en este país pirenaico, que no tiene tratado de extradición con Brasil.

La justicia brasileña está tras los pasos de la pareja Rosell & Teixeira. El presidente del Barça, aunque aparente tranquilidad, tiene motivos para estar preocupado.

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