El juez que instruye el caso del presunto pederasta de Castelldans, David Donet, advierte a la Generalitat que puede ser declarada responsable civil directa o subsidiaria si se demuestra que cometió errores o negligencias en el seguimiento de los menores tutelados que durante años fueron confiados en régimen de acogida al acusado.
Una vez se ha levantado el secreto de sumario, el titular del Juzgado de instrucción número 2 de Lleida ha admitido que el Departamento de Bienestar y Familia de la Generalitat pueda personarse como acusación particular contra Donet, aunque en julio pasado rechazó esta petición, pero con la advertencia de que se la podría declarar responsable civil de los actos del presunto pederasta.
David Donet, de 47 años, educador social de profesión, acogió en régimen de familia monoparental en su casa de Castelldans un total de 14 menores tutelados por la Generalitat en los últimos 16 años. El juez lo mantiene en prisión provisional desde hace tres meses por los presuntos delitos de abusos sexuales y posesión de pornografía infantil y, en el momento de ser detenido el 27 de junio, se le retiró la custodia de tres adolescentes de 12, 15 y 17 años que la Generalitat ha trasladado a otra casa de acogida.
La Fiscalía y la acusación particular indagan sobre las posibles responsabilidades de la Generalitat y de la Fundación Concepció Juvanteny, a la que el Departamento de Bienestar y Familia delegó la acogida de los menores que el presunto pederasta alojó en su casa. En declaraciones a este semanario, Francesc Sapena, el abogado de tres de las supuestas víctimas, que ahora ya tienen edades comprendidas entre los 18 y los 26 años, subraya que no se establecieron ni los controles ni la vigilancia necesaria para evitar que se produjeran los abusos.
Solicitud de perdón
La consejera de Bienestar y Familia, la convergente Neus Munté, ha pedido públicamente perdón a las víctimas que han pasado por la casa de acogida de Castelldans. Después de tres meses de investigación, durante los cuales se ha entrevistado a una treintena de personas del entorno del presunto pederasta, el Departamento de Bienestar no sabe qué puede haber fallado, ni siquiera cómo se podían haber evitado los abusos. Aún más, en el expediente informativo que la consejería ha abierto sobre el caso, se considera que los abusos «no eran detectables». Neus Munté añade que, de la información analizada, no se desprende «ningún indicio que hiciera pensar que Donet fuera un pederasta».
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