El informe sobre malnutrición infantil ha generado mucha polémica. ¿Alguna de las respuestas recibidas le han molestado especialmente?
Creo que es una controversia legítima por parte de los que se han expresado, yo creo que hay algunas opiniones que era de esperar que intentaran generar, sobredimensionar y dar un enfoque unilateral al tema. Cómo por ejemplo, la polémica de los que han querido afirmar que el Síndic está hablando de hambre y de desnutrición, cuando justamente se dice categóricamente que no hay, excepto en los casos que señala el Instituto Catalán de la Salud (ICS). Yo creo que también algunos quizás han pretendido desviar la atención sobre el problema real, que es la malnutrición infantil en Catalunya, y no la desnutrición o el hambre, ni lo es tampoco la discusión estadística sobre los métodos de investigación.
CiU ha dicho que ha creado alarmismo y demagogia y el PP ha insinuado que la fecha de la presentación del informe ha seguido la estrategia de algún partido…
Yo no he escuchado a nadie desde el 5 de agosto que negara la premisa mayor del informe, excepto este jueves, con una relativa sorpresa por mi parte, de la portavoz de la mayoría del Govern (la diputada de CiU, Meritxell Borràs). Una valoración que además se distancia de las actitudes que ha tenido desde el presidente de la Generalitat hasta los consejeros que han entrado en la materia de las cuestiones planteadas. Y he dado ejemplos concretos de cómo trabajo con la conselleria de Enseñanza o con la de Bienestar Social y Familia. Lo hacemos de una forma fluida, cada cual desde sus posiciones, pero tocando el problema real. Hasta este momento ninguno de los portavoces oficiales del grupo parlamentario ni del gobierno catalán, nadie, había negado la mayor. Lo que ha dicho el Partido Popular (PP), que después ha rectificado, es cómo si el calendario del informe tuviera alguna intencionalidad, cuando es al revés. En el Parlament van muy atrasados al discutir informes de varios organismos y en concreto del Síndic. ¿Por qué este jueves CiU ha adoptado esta posición? No lo sé, habría que preguntárselo a ellos. Yo sigo teniendo una relación de mucha fluidez y de trabajo, cada cual desde su posición, con las consejerías.
¿Considera una falta de respeto que los consellers de Economía, Bienestar Social, y Enseñanza no hayan comparecido en el Parlament para valorar el informe?
Yo pedí la comparecencia del Síndic cuando vi que había esta controversia. Creo que tienen más días y ya han tenido también unos cuantos como para hacer comparecer a quienes les parezca oportuno, y cuanto más se entre en materia, pues mejor. No es un problema de respeto, es un problema de soluciones. Independientemente del debate sobre malnutrición, características, alcance, mapa, etcétera, lo más importante es discutir sobre políticas públicas, que por eso hay el Parlament y el Govern. Lo que parecería una falta de respeto es que el Parlament o el Ejecutivo intentara evitar la discusión de estas políticas públicas que espero que se produzca pronto y que rectifiquen en aquellos aspectos que tienen serios déficits.
¿Hay algún partido interesado en negar que la malnutrición infantil es un problema real?
Yo creía que no, porque el propio Govern adopta y acuerda programas para combatir la malnutrición. Sería un absurdo que un gobierno que en sus últimas reuniones ha acordado programas que son medidas contra la malnutrición infantil para combatirla, la negara. Sería un ejercicio absurdo. Ahora, como la mayoría parlamentaria de CiU se ha pronunciado de la manera que se ha pronunciado me gustaría saber qué trapicheo hay dentro del grupo parlamentario cómo para que hayan entrado en esta dinámica y quizás quieren culminar una cierta maniobra de falta de respeto a la propuesta del Síndic. El Síndic no ha dicho nada más que cosas que vienen diciendo otras entidades sociales y que salían progresivamente en informes del Síndic, pero cobra más importancia que lo diga el Síndic porque es un órgano estatutario. Hombre, ¡no matemos al mensajero! Entremos en materia no para discutir si la malnutrición es un punto arriba o un punto abajo, si no para ver como la podemos menguar y reducir, y qué políticas podemos enderezar. Se hacen políticas, pero cómo que no llegan tenemos que mirar que hay que hacer, como podemos mejorarlo.
¿Cree que su pasado como dirigente de Iniciativa levanta suspicacias en CiU?
La gente que tenga una visión muy corta de miras, todas, pero la gente que tenga un poco de perspectiva verá que el Síndic ha tratado con la misma medida a consellers de un color o de otro. Felip Puig cuando era conseller de Interior se quejó de lo que preguntas, que la crítica que hice sobre la actuación desproporcionada de los Mossos en la plaza Catalunya no lo había hecho antes con Joan Saura cuando también era conseller de Interior. Estaba ignorando o escondiendo que cuando Saura era el responsable de Interior yo hice una resolución muy dura contra la actuación de los Mossos y sobre el uso desproporcionado de la fuerza en el desalojo del rectorado de la Universitat de Barcelona en los llamados asuntos de Bolonia. Las pruebas están en los hechos, y los hechos demuestran que nos hemos comportado igual con las mismas medidas pase lo que pase. Además, tengo dos mandatos, y el segundo se me propone por unanimidad de los grupos parlamentarios. Algo habrán visto en el primer mandato, que viene de una propuesta inicial de Jordi Pujol, que en el segundo mandato me hacen confianza todos. Por lo tanto, han visto que hay un trato y una voluntad de equidad y objetividad.
