Si la semana pasada dos estudios alertaban de la emigración masiva de jóvenes españoles, los datos publicados ahora por el Instituto Nacional de Estadística permiten cuantificar este verdadero éxodo. La elevada tasa de desocupación juvenil, situada en el 56%, y la falta de perspectivas profesionales ha incrementado un 41% el número de jóvenes que se han visto obligados a marchar al extranjero desde el 2008.
En los últimos cinco años, la tasa de desocupación juvenil ha pasado del 29% al 56%, según los datos del INE. Con este panorama, sólo al 2012 14.000 menores de 34 años se han marchado del país, una cuarta parte del total de emigrantes españoles. En términos relativos, el porcentaje de jóvenes emigrantes ha crecido un 41% desde que la crisis empezó al año 2008.
A pesar de que los países de la Unión Europea acostumbran a ser la opción preferida, el destino más escogido durante el 2012 fue Ecuador, que ha ofrecido 5.500 lugares de trabajo a profesores universitarios y de primaria y secundaria para intentar cubrir su déficit de docentes.
Los datos del INE revelan que por tercer año consecutivo España ha sido un país emisor de emigrantes. En cualquier caso, la mayor parte de las personas que dejan el país son inmigrantes que llegaron en busca de una vida mejor en tiempos de bonanza económica. De las 476.748 personas que se marcharon de España en el 2013, sólo 59.724 eran españolas.
