Celebración amarga

Las instituciones conmemoran los 30 años de la ley de normalización lingüística mientras algunos trabajadores del Consorcio no saben si continuarán en sus puestos de trabajo
Mascarell CNL
Mascarell CNL

El Parlament de Catalunya ha conmemorado este lunes el trigésimo aniversario de la aprobación de la ley de normalización lingüística con un acto institucional en que, tanto la presidenta de Gispert como el consejero Mascarell, han elogiado el «buen trabajo» hecho por unos docentes que, no por su parte, saben si en septiembre, cuando se retomen las clases, continuarán trabajando.

Entre los invitados había el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol; la vicepresidenta del gobierno catalán, Joana Ortega; el consejero de interior, Ramon Espadaler; la vicepresidenta primera de la cámara, Anna Simó; los secretarios segundo y cuarto, Pere Calbó y David Companyon y un buen abanico de diputados.

Algunos trabajadores del Consorcio para la Normalización Lingüística (CNL), que también estaban invitados, replicaron la tarjeta que los convocaba a asistir al acto con una misiva en que se preguntan: «Qué celebráis?».

«Una ley que no se ha aplicado totalmente? Una ley que tenía que normalizar la situación lingüística del catalán y que no ha cumplido sus objetivos? Lo más indignante es que esta invitación la recibimos los trabajadores del CPNL, personas que, en algunos casos, hace 24 años que trabajamos por la lengua desde este ente y que actualmente nos encontramos en una situación de precariedad laboral y económica creciente. Cuando no tenemos los recursos necesarios para hacer nuestro trabajo, cuando no se renuevan contratos a compañeros que hace mucho tiempo, años, que trabajan con nosotros, cuando nos han aplicado todas las medidas económicamente restrictivas, las cuales soportamos estoicamente como tantos otros trabajadores de la Administración… Qué tenemos que celebrar?», dice la carta enviada desde el Comité de empresa.

La información publicada en el Triangle sobre el futuro incierto del CNL, después de la desvinculación de los consejos comarcales de La Noguera y el Pallars Jussà, ha encendido las alarmas, y estas semanas hay reuniones entre la presidencia del consorcio y los consejos comarcales para asegurar la viabilidad del ente.

Desde el CNL esperan que los encuentros prosperen y que empiecen los cursos en septiembre con normalidad. Pero la alta contratación temporal que hay en el ente y los probables recortes presupuestarios hacen prever una reducción de la plantilla y la eliminación de algunos cursos. Si se diera el caso, la celebración de este julio se transformaría en protestas en septiembre.

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