Los chats internos del gobierno de la Generalitat provocan malentendidos con el cargo de presidente, según explican algunos altos cargos que forman parte de alguno de estos grupos, sean de Whatsapp, Telegram o cualquier otra aplicación de mensajería. La sociedad de las nuevas tecnologías hace que se creen grupos para interrelacionarse más rápidamente a la hora de hacer consultas. Explican que, como hay dos presidentes a la Generalitat y ambos comparten más de un chat, se producen respuestas de un presidente cuando, en realidad, habían sido consultadas al otro. "¿Qué opina el presidente sobre…?" puede ser respondido por el uno o el otro.
Quim Torra, presidente elegido por el Parlamento catalán, es el hombre que Carles Puigdemont ungió como su encargado en la Generalitat mientras él está en Bélgica. Resulta sintomático que Puigdemont no se abstenga de responder sobre cuestiones domésticas. En principio, ese es el trabajo de Torra. Lo normal sería que los colaboradores dijeran "esto lo ha dicho el presidente", pero ahora tienen que especificar cuál de los dos. Muchas veces desconocen qué presidente ha decidido qué, así pues. Más de una vez, incluso, los dos han intervenido en la conversación con posiciones diferentes. "¿Qué hacemos? ¿A quien tenemos que hacer caso?", dicen los colaboradores.
Esta bicefalia interna provoca dolores de cabeza, sobre todo a los del grupo del Palau de la Generalitat, más propensos a llegar a pactos y, decididos a gobernar, a dejar aparcadas reivindicaciones que saben que no son realizables hoy por hoy, que son las que mantienen tanto Puigdemont como Torra, decididos a proclamar nuevamente la independencia, aunque de momento no han decidido cuando hacerlo.
