Xavi Hernández, el jugador récord y con más partidos jugados de la historia del Barça, acaba de anunciar su retirada definitiva y también su posición de apoyo a Víctor Font, socio azulgrana que ha avanzado su intención de ser candidato a las próximas elecciones del club, en principio de aquí a dos años.
Si la propuesta de Víctor Font se juzga prematura y apresurada, el posicionamiento de Xavi no deja de ser sorpresivo y hasta cierto punto mal calculado y del todo erróneo. De momento la reacción de los barcelonistas ha sido fría y de desconcierto, recelosa hasta el punto de empezar a provocar un rechazo que puede ir en aumento.
Y no tanto por su libertad de elección, puesto que al fin y al cabo 'declararse fan de Víctor Font entra dentro del ámbito de las decisiones personales y del uso de la plena independencia que le otorga la condición de socio del FC Barcelona.
Las críticas y la desilusión derivan del mensaje, la oportunidad y el contexto, aprovechando la frustración por haber perdido en Liverpool y el ambiente de desaliento y tristeza del barcelonismo. El oportunismo de criticar el juego del equipo, incluso a los que han sido sus compañeros en los años de gloria, criticar al entrenador y de alguna manera a la directiva es impropio de un profesional como él, o de alguien que aspira ser algún día entrenador del Barça .
En el futuro, la carencia de respeto hacia el vestuario en una crisis así y sobre todo hacia Valverde denotan inexperiencia e inmadurez. Él el primero tendría que saber como sienten estas manifestaciones en un vestuario, en un club y en una afición que habrían encajado mejor unas palabras de confianza y de refuerzo del entrenador. Cuando él sea entrenador del primer equipo, una cosa muy remota si sigue hablando más que haciendo méritos, no podrá exigir este respeto que le ha negado ahora para hacer electoralismo. ¿Hacía falta?
Sin duda no, y menos a las puertas de otra final como la de la Copa de este sábado, estando en juego un título que puede significar otro doblete y, se quiera o no, consumar otra temporada extraordinaria de un equipo que sigue haciendo historia. Xavi ha cometido el error que sólo es disculpable en el forofo común, el socio remirado y enfadado y en quien desconoce realmente como funciona el fútbol de verdad. Xavi ha juzgado el equipo sólo por un partido y no por su trayectoria ni por la temporada en su conjunto. Y se ha atrevido con Valverde porque le ha faltado lo que hay que tener para disparar apuntando a los que toman las decisiones: Pep Segura y Eric Abidal, este último porque es amiguito y porque puede ser que acabe jugando también en el equipo de Víctor Font.
