No hay pesebre sin polémica

Crecen las críticas por la tradicional figura de Navidad, este año un montón de cajas con objetos dentro
Pesebre del Ayuntamiento de Barcelona

En Barcelona por Nadal es tradición que la alcaldesa Ada Colau monte un pesebre que, al instante, levanta polvareda. Este año no ha sido diferente. Después de la encendida de las luces de Navidad, este viernes era el turno del pesebre, que ha sido muy criticado por parte de los partidos de la oposición.

Paula Bosch, diseñadora de escenarios teatrales y campañas publicitarias, ha sido la encargada de diseñar el pesebre que ocupará la plaza Sant Jaume toda la Navidad. En declaraciones al Ayuntamiento de Barcelona, Bosch ha dicho que el pesebre es una propuesta universal, porque todo el mundo se puede sentir representado.

La propuesta de este año gira alrededor de todas las cajas llenas de objetos y de recuerdos que se recuperan por Navidad. Dentro de las cajas, que son de diferentes materiales y medidas, se pueden encontrar algunos de los objetos que más se asocian con estas épocas. Entre ellos, la sopera, los galets, las copas de cava, o la uva, a la vez que diferentes pesebres, árboles de Navidad y musgo.

Los principales grupos de la oposición al Ayuntamiento de Barcelona han criticado el diseño de este año. Tanto Ciutadans, como el grupo de Manel Valls, Barcelona por el Cambio, y el Partido Popular han mostrado su descontento a través de las redes sociales.

Por ejemplo, el presidente del Partido Popular de Barcelona, Josep Bou, ha criticado que el Ayuntamiento se haya gastado 97.000 euros en el pesebre.

La alcaldesa Colau ha aprovechado la polémica para recordar que desde hace años el Ayuntamiento de Barcelona encarga dos pesebres: un artístico contemporáneo, que es el que ha sido objetivo de múltiples polémicas, y el tradicional, que se instala en el Museo F. Marés, y que realiza la Asociación de Pessebristes de Barcelona.

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