El Gobierno de la Generalitat no ha tomado ninguna iniciativa para retirar la gran cantidad de placas que citan a Jordi Pujol como primera autoridad en la inauguración de todo tipo de centros, edificios o espacios públicos.
Cuando Pujol confesó que había tenido dinero escondido en el extranjero mientras fue presidente de la Generalitat, se puso en marcha una campaña de recogida de firmas para que se retiraran estas placas. La campaña recogió cerca de quinientas. Los Gobiernos de Artur Mas y Carles Puigdemont, sin embargo, no ha retirado ni una.
Con los nuevos datos sobre la implicación del propio Pujol y de su esposa, Marta Ferrusola, en las operaciones para evadir el dinero, las placas chocan todavía más a los que se las encuentran en cualquier piscina, biblioteca o centro cívico, como el que acompaña este texto, el de Salvador Benach, inaugurado por el entonces presidente catalán en Santa Fe del Penedès. La foto ha sido tomada este fin de semana.
En las placas conmemorativas se presenta a Jordi Pujol como Muy Honorable, tratamiento que le fue retirado después de su confesión, el 25 de julio de 2014.
Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, ha afirmado hace unos días que «Pujol es lo peor que le ha pasado en Cataluña junto con Ciudadanos». Este hecho, no obstante, no es suficiente para que el gobierno de Cataluña del que forma parte ERC retire las placas que honran su memoria.
