El presidente de los Estados Unidos está hipotecado

EL TRIANGLE publica su larga lista de acreedores
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Donald Trump no tendrá una estancia fácil en la Casa Blanca. Apenas llegar, ya ha desenterrado el hacha de guerra contra los periodistas y los medios de comunicación. En paralelo, está aumentando la presión mediática para que el nuevo presidente de los Estados Unidos haga públicas sus declaraciones personales de renta de los últimos años, igual que han hecho todos sus predecesores en el cargo.

La polémica de los Trump Tax Returns (los impuestos de Donald Trump) se está convirtiendo en un nuevo Watergate para el recientemente proclamado presidente. El escándalo es excepcional, puesto que Donald Trump no ha hecho pública ninguna declaración de renta desde que inició su vida laboral en la empresa que fundó su padre, Fred Trump, a pesar de que es notorio, desde hace décadas, que se ha convertido en un magnate del sector inmobiliario.

EL FRACASO DE ATLANTIC CITY

La única declaración de renta que ha salido a la luz pública es la del año 1995, que fue filtrada y publicada por el diario The New York Times en septiembre del año pasado, en plena campaña electoral. En esta declaración consta que en 1995 Donald Trump tuvo unas pérdidas personales de 916 millones de dólares, a raíz de la quiebra de cuatro de sus casinos en Atlantic City. Estas fuertes pérdidas le generaron un crédito fiscal que le duró 18 años. Es decir, entre los años 1996 y 2014, Donald Trump no pagó ni un centavo en impuestos personales.

Todo apunta que la reticencia del nuevo presidente de los Estados Unidos a publicar sus declaraciones de renta se debe a las incoherencias entre estas y la declaración patrimonial que tuvo que entregar en 2015, al postularse como candidato a las presidenciales. Toda persona que se presenta para un cargo electo en los Estados Unidos está obligada por ley a rellenar un informe con datos detallados y reales sobre su situación patrimonial. Esconder datos o entregar información falsa en este formulario supone un delito federal.

UN ENJAMBRE DE 501 SOCIEDADES

EL TRIANGLE ha tenido acceso a la declaración patrimonial que Donald Trump entregó el día 15 de julio de 2015 a la US Office of Goverment Ethics, la oficina ética del gobierno de los Estados Unidos. El formulario se llama Executive Branch Personell Public Financial Disclosure Report (OGE Form 278i). La declaración retrata su situación financiera personal y ocupa 92 páginas: 48 páginas de la declaración propiamente dicha y 44 páginas más de anexos. Según esta documentación, consta que Donald Trump tiene participación en 501 sociedades con actividades muy dispersas.

El grueso son empresas inmobiliarias, pero también las hay dedicadas a la edición, a la explotación de campos de golf, empresas de alimentación, de bebidas, etc. El informe también detalla que en la mayoría de las 501 sociedades Donald Trump es el presidente y administrador y que en gran parte de las empresas su participación es del 100%. Resulta que cada uno de los edificios de su imperio inmobiliario está a nombre de una sociedad diferente y esto explica, en buena medida, este enorme enjambre de empresas que controla.

En cambio, el informe no revela ni la facturación de las 501 sociedades ni sus balances. La declaración jurada permite deducir con claridad que Donald Trump ha elegido una estructura jurídica para su conglomerado societario donde él, a título personal, hace de matriz del hòlding. La alternativa más habitual habría sido organizar su grupo con una sociedad matriz al frente que, a su vez, fuera la propietaria de las 501 sociedades.

LEE EL REPORTAJE COMPLETO EN LA EDICIÓN EN PAPEL DE EL TRIANGLE DE ESTA SEMANA  

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