«Hemos aceptado el acuerdo pero no se ha hecho justicia», han valorado este martes las dos sindicalistas de la CGT, Laura Gómez y Eva Sánchez, apenas han salido de la Ciutat de la Justicia, donde les esperaban unas 300 personas. El acuerdo consiste en aceptar una pena de 13 meses de privación de libertad conmutables por una multa económica.
Unas 300 personas han cortado este martes la Gran Vía a la altura del Palacio de la Justicia, donde empezaba el proceso para las dos huelguistas que participaron en una acción que consistió en quemar una caja de cartón llena de billetes falsos ante la Bolsa de Barcelona, durante la huelga general celebrada el 29 de marzo de 2012.
La Fiscalía las acusaba de dos delitos: daños con incendio y desórdenes públicos, por los cuales les pedían dos años y medio de prisión y una pena de multa de 40.000 euros. El Gobierno, que también se había personado en la causa y pedía las mismas penas, ha retirado la acusación en el último momento. La CGT, sindicado al cual pertenecen las imputadas, también estaba acusado como responsable civil subsidiario.
A pesar de que la ‘performance’ no tuvo más consecuencias que la imagen de un agente de los Mossos d’Esquadra apagando la caja que quemaba ante la Bolsa, 26 días después de este hecho, la policía autonómica detuvo a Laura cuando salía de su domicilio. La jueza de guardia ordenó prisión preventiva por el «riesgo de fuga», y la imputada estuvo encerrada durante 23 días, hasta que el juez instructor la dejó en libertad bajo fianza de 6.000 euros y la prohibición de ir a manifestaciones.
Este lunes empezaba el proceso para cinco huelguistas más que también participaron en un piquete el 29-M. Y es que en aquella jornada de protesta, los Mossos d’Esquadra -entonces bajo las órdenes de Felip Puig- detuvieron a un centenar de personas.
