El pleno del Tribunal Constitucional no admitió las 33 recusaciones presentadas por Carles Puigdemont y otros líderes independentistas contra los dos nuevos magistrados más polémicos: Enrique Arnaldo y Concepción Espejel, ambos propuestos por el PP.
El tribunal pone de manifiesto la legitimidad del proceso de elección, pues los han validado tres poderes del Estado; dice que los motivos de la recusación no son suficientemente sólidos y que no se puede poner en entredicho la imparcialidad de quienes la piden.
Pero, además, el tribunal explica que no puede aceptar las recusaciones porque esto supondría dejar el pleno sin el quórum de ocho magistrados necesario para resolver las cuestiones del procés, ya que hay otros dos magistrados que se apartaron, que son Cándido Conde-Pumpido y Antonio Narváez.
