Caer del cocotero…

Bluesky

Me explicaba recientemente la genetista Natàlia Garcia Giralt que el envejecimiento no es una enfermedad, lo es la fragilidad; una tesis que choca frontalmente con la del científico David Sinclair, que defiende justo lo contrario, que la vejez es una enfermedad y puede ser curable. Siguiendo el primer hilo argumental, el de la genetista, en tanto que frágil -no por viejo-, a Joe Biden (81 años) se le puede considerar enfermo. Ella, más condescendiente, le diagnostica un principio de fragilidad. La flaqueza, o lo que sea, ha llevado al presidente americano de cabeza a la prejubilación. Biden ha decidido finalmente, no sin recibir antes todo tipo de presiones, amigas y enemigas, renunciar a la reelección; se ha resistido tanto como ha podido, había manifestado que solo lo haría bajo reclamo divino o médico, finalmente lo ha hecho sin mediación celestial ni prescripción médica. El paso al lado de Biden ha rejuvenecido ipso facto al partido Demócrata, al tiempo que ha envejecido a Donald Trump (78 años), candidato del partido Republicano.

Aunque solo se llevan tres años, el principal argumento político de ataque hasta ahora de Trump ha sido la vejez de su rival. Paradojas de la vida, ahora es él el viejo y la argucia se le vuelve en contra. Aunque todavía no ha sido proclamada de forma oficial, todo apunta a que la vicepresidenta Kamala Harris (59 años) es la elegida, una veintena de años los separan. Rápidamente, Trump se ha visto obligado a cambiar de táctica, lo importante ahora no es la edad… ahora, como Harris se ríe mucho, Trump contraataca afirmando que “está chiflada”. No parece, a priori, un gran hilo argumental, mucho, eso sí, del estilo del magnate americano. No debería reírse tanto cuando Trump financió con seis mil dólares la campaña de Harris a la Fiscalía General de California hace una década…

Por el momento, tres días solo después de que Biden pusiera fin a su carrera política y señalara a Harris como su sucesora, las encuestas ya le daban a la californiana una ventaja de dos puntos porcentuales en la carrera presidencial. Nada que no pueda cambiar, cierto, ya que todavía hay tiempo, pero un cambio de tendencia bastante significativo, que confirma, en cualquier caso, que los americanos necesitaban el relevo. Parece que la entrada de Harris gusta especialmente a los jóvenes, que ya han empezado a llenar las redes de memes. Ha hecho fortuna, por ejemplo, la frase “¿te acabas de caer del cocotero?”, pronunciada por Harris en un discurso de 2023 en el que citaba a su madre, refiriéndose a que nadie vive aislado.

Insisto, queda mucho partido todavía, y Trump tendrá que buscar mejores argumentos que las risas de la candidata demócrata para justificar su pretendida chifladura, si quiere volver a la Casa Blanca. Por otra parte, Harris, hasta ahora escondida o tapada por la sombra de Biden, deberá demostrar que merece ser la primera presidenta de Estados Unidos. Mujer y negra, y presidenta… ¡ojalá!

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