La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha vuelto a exigir este martes que se depuren responsabilidades por el asesinato de la cocinera del centro penitenciario de Mas d’Enric (El Catllar).
El sindicato ha asegurado que la muerte de esta trabajadora fue «el resultado de una serie de errores y negligencias que no se pueden ignorar: inacción y favoritismo, manipulación de procedimientos, incumplimiento de normativas, falta de supervisión y de responsabilidad institucional», ya que el preso tenía un «historial de mala conducta reciente» y rechazó participar en los programas de rehabilitación.
Por ello, ha reclamado el cese de la subdirectora y de los mandos de la Junta de Tratamiento, señalando que no consultaron al «equipo correspondiente» sobre el riesgo de reincidencia, recoge la ACN.
Según el CSIF, el recluso no aceptó ni un solo programa individual de tratamiento en todo el tiempo que estuvo en prisión, ni tampoco pagó la responsabilidad civil del asesinato de su anterior víctima. Sin embargo, explican que fue asignado como encargado de cocina, en «un puesto de confianza y bien remunerado».
«Después de agredir a otro interno a finales de octubre pasado, el hombre solo pasó unas horas en el módulo de sancionados. Se benefició de un trato de favor evidente por parte de la dirección y el jefe de cocina, ya que se le permitió volver a su puesto de trabajo casi de inmediato», ha denunciado el sindicato en un comunicado.