El viceconseller de Estrategia y Comunicación del Gobierno catalán, Sergi Sabrià, ha admitido que «hubo fallos» en la prisión de Mas d’Enric con la muerte de una cocinera a manos de un interno que luego se suicidó. «Es evidente que hubo fallos porque no debería haber tenido acceso (a cuchillos)», ha dicho Sabrià en declaraciones a Catalunya Ràdio al ser preguntado sobre cómo es posible que un preso condenado por un crimen con arma blanca trabajara en la cocina con acceso a cuchillos.
Ha indicado que la situación este sábado «ha mejorado muchísimo» respecto al viernes, aunque ha admitido preocupación por los dos focos de bloqueo. Sobre una posible intervención de los Mossos, ha asegurado que «está todo preparado para dar soluciones».
Sabrià ha indicado que confía en que la normalidad se irá recuperando poco a poco en las prisiones y ha asegurado que desde el ejecutivo de Pere Aragonès «no están preocupados» por un posible descontrol en los centros penitenciarios. «Estamos preocupados por resolver el crimen gravísimo y tener interlocución con los sindicatos. Eso tiene que suceder. Seguiremos insistiendo en nuestra disponibilidad para sentarnos en cualquier momento», ha explicado.
En este sentido, ha reconocido que han tenido conversaciones, pero «probablemente demasiado parciales» y no en el formato que quiere el Gobierno catalán, sentados en una mesa de manera tranquila. Hasta ahora ha actuado como intermediario el Departamento de Presidencia, a través de Función Pública.
Sabrià, quien ha asegurado que el sistema de prisiones en Cataluña «funciona», ha reconocido que es «increíble» que haya muerto una trabajadora pública y ha pedido esperar al resultado de la investigación policial, judicial y la interna encargada por el Departamento de Justicia. «Si es necesario que esto conlleve cambios de protocolo, se deben hacer junto con los sindicatos», remarcó.
