El conflicto abierto entre las diputadas de Junts x Catalunya (JxCat) Aurora Madaula y Cristina Casol con la dirección del grupo parlamentario se agrava cada día que pasa y ya ha llegado a poner en cuestión a la misma presidenta del Parlament, Anna Erra. En una decisión unilateral, Anna Erra propuso, en la última reunión de la Mesa, la suspensión del protocolo para la prevención, detección, abordaje y resolución de los casos de acoso que se puedan producir en la cámara. Esta iniciativa fue rechazada, de manera contundente, por los otros partidos presentes en la Mesa (PSC, ERC y la CUP).
El dictamen de la empresa externa contratada por el Parlament para evaluar las denuncias formuladas por Cristina Casol por el acoso que, supuestamente, ha sufrido por parte de miembros del grupo parlamentario de JxCat ha indignado a la dirección del partido. Si bien el informe hecho descarta la “violencia de género” alegada por Casol, sí que aprecia la existencia de un “machismo cultural arraigado” y de una “base fuertemente patriarcal” en el grupo parlamentario. El pasado lunes JxCat procedió a la expulsión de Cristina Casol, que ha manifestado su intención de conservar el escaño y pasar a ser diputada no adscrita.
