¿La amnistía es la puerta de entrada al referéndum?
El sr. Feijoo tiene dos únicos argumentos contra el pacto de gobierno posible de Pedro Sánchez con las fuerzas políticas del congreso de los diputados: uno es que no ha ganado las elecciones; el otro es que el posible pacto será la apertura de puertas en el referéndum de independencia de Catalunya, y quién sabe si de otros territorios también.
El PP tiene como único punto de programa de gobierno derogar el sanchismo. Nunca habla de cuál es su modelo de infraestructuras, de políticas sociales, el modelo fiscal… No hay nada. Por eso, no ha sido capaz de ofrecer pactos a nadie. Sólo propuestas frívolas, como los pactos de estado de no se sabe qué, sin contenido, y ocurrencias que duelen más que bien, como su propuesta, “a salto de mata“, de buscar una solución de encaje al problema de Cataluña. O también propuestas sin sentido, como una legislatura de dos años… ¿De dos años por qué?
España tiene la forma política de Democracia representativa. Esto significa que el Estado dispone de mecanismos legales, democráticos, mediante los cuales se pueden construir gobiernos y políticas, a través de acuerdos y pactos entre las distintas fuerzas políticas representadas en el Congreso.
Pero el PP todavía vive en su realidad de privilegios y amiguismos del pasado. Se sienten con el privilegio de poder pactar para gobernar allá donde pueden, independientemente de si han ganado las elecciones o no (contrariando su propio argumento). En cambio, no admiten que los demás pueden hacerlo también. No reconocen, por tanto, las reglas del juego democrático.
¡Eso sí! Ellos pactan con quien sea, en este caso con la ultraderecha. Sin vergüenza. O avergonzándose, dependiendo del momento. Esta ultraderecha ya no disimula la misión de abolir derechos de la ciudadanía, ganados con sacrificio y luchas sociales. A los Sres. y Sras. del PP no les importa ese pequeño detalle. Está claro que ellos no tienen modelo social, ni metas de mejora del conjunto de la sociedad española. Sólo ambicionan su mejora particular.
Piden sin escrúpulos nuevas elecciones. Quizás confían en que los votantes vean la luz y cambien su voto. O también esperan que muchos votantes, aburridos y aburridas de que la política no sea capaz de buscar una solución de gobernabilidad, caigan en el cansancio y no vayan a votar. Quizás, la gente del PP busca en la repetición de las elecciones un beneficio a favor de obra.
Por otra parte, también tengo la sospecha de que otras fuerzas, que están presionando y dificultando el pacto, puedan estar jugando a que contra el PP se está mejor que junto a partidos que, como el PSOE, dialogan y hacen política.
Hoy tenemos ya coalición del PSOE con SUMAR. En mi opinión, el pacto representa la unidad de fuerzas políticas que quieren el avance de nuestro país, y que luchan contra el retroceso y las ideas de los privilegiados del pasado, que quieren retornar. Pero es necesario ampliar este pacto para configurar el nuevo gobierno.
Veo clarísimo que la amnistía representaría un verdadero gesto generoso. Un primer paso que predispone al diálogo social, con el objetivo de reducir la brecha de convivencia social, al menos, en Cataluña.
Mientras que la derecha acusa de que éste es un primer paso hacia un referéndum, repitiendo el mismo razonamiento que propone el propio independentismo, lo cierto es que la amnistía puede tener una validez jurídica y política lo suficientemente importante como para ser la pieza clave de un acuerdo de gobierno. La derecha propone que la solución al “problema catalán” consiste en buscar un encaje en el que nunca han creído, ni desde el gobierno, ni desde la oposición. La amnistía, en cambio, puede traer de nuevo el debate al ámbito político. No es la puerta a ningún referendo. Un hipotético referendo sólo puede darse cambiando la Constitución y las leyes actuales. La amnistía no supone nada de esto.
El pacto que busca Pedro Sánchez, en mi opinión, no es sólo un pacto de gobierno. Es un pacto por la paz social en Cataluña, y por tanto, también por el conjunto de España. Pero es también un pacto para la continuidad del desarrollo económico y social que ahora vive nuestro país.
