La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol (PSOE), ha pedido este viernes a la Mesa del Congreso que habilite todos los días que queden hasta el 27 de noviembre, festivos incluidos, para la posible convocatoria de un pleno de investidura. Fuentes del Congreso apuntan que mientras no haya acuerdo entre el PSOE y Junts, Armengol no fijará la fecha de celebración del debate, porque el objetivo de la cámara baja es que haya una investidura «exitosa», y no influir en negativo fijando una fecha tope.
«Todos los días están abiertos, y si no es la semana que viene será la siguiente», señalan desde el Congreso. La falta de acuerdo entre el PSOE y Junts de este jueves ha alterado los planes de los socialistas, que preveían un entendimiento global que permitiera registrar la ley de amnistía este viernes y que Armengol pudiera anunciar esta misma mañana la fecha de la investidura para que el debate se celebrara la semana que viene.
Fuentes del Congreso admiten que la falta de entendimiento propicia que la presidenta no anuncie el debate este viernes, pero no descartan que lo pueda hacer en cualquier momento en las próximas horas o días. Llegados a este punto, Armengol ha llevado a la Mesa del Congreso una petición para que el pleno se pueda celebrar cualquier día hasta el 27 de noviembre, día en que, si no se ha producido una investidura, se convocarían automáticamente unas nuevas elecciones que tendrían lugar el 14 de enero.
El reglamento del Congreso de los Diputados indica que, por norma general, los plenos se celebren entre martes y viernes. Para aplicar cualquier cambio, como celebrar una investidura en fin de semana, hace falta un acuerdo de la presidencia de la cámara o de las comisiones, de dos grupos parlamentarios o de una quinta parte de los diputados. La Mesa también puede aplicar un cambio en este margen de días hábiles, que tiene que ser aceptado posteriormente por la Junta de Portavoces, donde tienen voz todos los grupos parlamentarios.
