Los ministros de finanzas de los 27 estados miembros de la Unión Europea han dado este martes el visto bueno a la última formalidad que quedaba para que España pudiera acceder a más de 93.000 millones de euros en préstamos y subvenciones hasta 2026, la adenda del plan de recuperación.
España dispondrá de más de 10.000 millones de euros en ayudas directas y hasta 83.000 millones de euros en préstamos en condiciones favorables para impulsar sobre todo la transición verde -un 40% de la inversión del plan se destina a esta partida- y la transformación digital, y para actuar en ámbitos como la vivienda o la investigación.
Con esta suma, el plan de recuperación español asciende a 163.000 millones de euros, de los que 83.000 millones se refieren a préstamos en condiciones favorables y 80.000 millones a ayudas directas no reembolsables.
La decisión llega dos semanas después de que la Comisión Europea aceptara las modificaciones propuestas por el gobierno español, que responden a una serie de «circunstancias objetivas» como el incremento de precios o los problemas de suministro derivados de la guerra de Ucrania, hechos que el ejecutivo español calificó de «imprevisibles» y que imposibilitaban la puesta en marcha de algunas partes del plan.
Entre los cambios más significativos figura la no aplicación de un pago por el uso de las autopistas. En el plan modificado, España se compromete a implementar medidas para fomentar el transporte ferroviario para compensarlo.
En la misma reunión, celebrada en Luxemburgo, los 27 también dieron luz verde a las estrategias renovadas de la República Checa, Países Bajos, Portugal y Eslovenia.
