Las grandes expectativas en torno a un futbolista con tanto carisma como LamineYamal, de 16 años, están envueltas por desgracia en una compleja y prolongada trama paralela de juegos de agentes, intereses oscuros y comisiones millonarias que, además, convergen en su caso con la posibilidad de que finalmente no renueve con el Barça, sino que se lo pueda llevar cualquier otro club, incluido el RealMadrid, a causa de su situación familiar como hijo de padres divorciados que tampoco están de acuerdo en si Lamine debe seguir su carrera en el Barça o en el Madrid. Cada uno de sus progenitores es simpatizante de uno de los dos grandes aunque de momento sí está confirmado que, pese a su debut en el primer equipo y sus enormes posibilidades de consolidarse, seguirá residiendo en la Masia y protegido en un entorno barcelonista lo bastante seguro.
La batalla por su renovación, mejora de condiciones y ampliación de contrato, ahora que ya puede firmar uno profesional, será encarnizada, o al menos lo parecerá, ya que JoanLaporta debe enfrentarse, en este caso concreto, a la ambición y al oficio de uno de sus intermediarios de confianza, JorgeMendes, que también representa a Ansu Fati, Alejandro Balde, João Cancelo y João Félix, entre otros. Con solo 16 años, Lamine Yamal, continuará sujeto al riesgo de que sus derechos federativos puedan ser transferidos a cualquier otra territorial o al extranjero si sus padres deciden trasladar su residencia lejos de Barcelona por motivos laborales, una estrategia bastante común en este tipo de fichajes de futbolistas tan prometedores antes de que cumplan los 18 años y puedan decidir su futuro por sí mismos, liberados de la tutoría paterna sobre su transfer.
El corto historial de Lamine Yamal ya ha pasado por fuertes convulsiones, además de ese conflicto interno de naturaleza familiar. Inicialmente pasó por las manos de Iván de la Peña, un implacable descubridor de talentos como Gavi y otros jugadores que han ido despuntando en el horizonte del fútbol catalán. Sin embargo, hace meses que esta joya de la Masia, otra de esas «herencias» del pasado directamente procedente de la estructura del fútbol base del expresidente Josep Maria Bartomeu y desmontada por Laporta sólo porque sí, para regalar cargos y suelto a sus amiguetes, cayó en las garras de Jorge Mendes, uno de sus agentes de preferencia.
Ya hubo expertos que, en su momento, denunciaron el debut de Yamal con el primer equipo -el 29 de abril de 2023, sustituyendo a Gavi en el minuto 83 en la victoria por 4-0 ante el Real Betis en la Liga- como una maniobra más estratégica que verdaderamente futbolística. Su entorno, ese que es tan complicado, necesitaba una prueba de fe y de confianza y Mendes consiguió a través de Laporta convertirlo en el jugador más joven en debutar con el primer equipo del FC Barcelona con 15 años, 9 meses y 16 días, pasando a formar parte de este modo de la plantilla que conquistó la Liga 2022-2023.
Fue también una demostración del poder y de la capacidad de gestión de Mendes de cara a la familia del joven crack, captado de la forma tradicional del intermediario portugués, es decir, metiendo en los bolsillos de la familia, humilde como en la mayoría de los casos, una fuerte cantidad de dinero que el agente recupera con el primer contrato y, si todo va bien, en las sucesivas renovaciones. Un calco del caso de Ansu Fati por parte de Mendes, que no ha tenido ahora el menor escrúpulo en jugar a favor de Laporta a la hora de ponerlo en el mercado y de presionarlo, tanto a él como a su familia, para forzar una salida a tiempo para liberar espacio en la banda y en la masa salarial para otro pelotazo con Lamine y, si avanza, para colocar a JoãoFélix. La posibilidad ya cerrada de que también aterrice JoãoCancelo sólo depende de encontrar a alguien que se crea el cuento de Barça Vision y de Barça Media y ponga algo de dinero, el que Jaume Roures y Socios.com nunca pusieron en esa gran apuesta digital.
Para AnsuFati, a quien XaviHernández engaña continuamente con falsas promesas de confianza y de afecto, no hubo peor demostración de hipocresía que verse relegado a la suplencia por Lamine Yamal en el partido de Liga contra el Cádiz en Montjuïc, después del traspaso consumado de Osumane Dembélé y con Raphinha suspendido por su expulsión en Getafe. Estratégicamente, Xavi lo sustituyó en el momento más dulce y propicio del partido para que la joven estrella abandonara el terreno de juego en medio de una ovación histórica.
La cuestión es si Xavi cuenta con Yamal como uno más del equipo y ya está por delante de Ansu Fati, pues sus condiciones son realmente excepcionales, o si esa concurrencia coyuntural de intereses de Mendes -a quien Laporta no le regatea un contrato, todo lo contrario- inciden más de la cuenta en estos acontecimientos. Para Mendes, al que ya le urge cerrar el nuevo contrato de Lamine porque el Real Madrid acecha y él mismo fomenta que otros clubes de la Premier League se hayan interesado por esta prometedora figura azulgrana, este relato juega extraordinariamente a su favor.
No sería de extrañar, pues, que pronto hubiera noticias sobre su futuro en cualquier sentido. El problema es que, por ahora, no parece haber tanto dinero como para complacer los deseos del entrenador, las exigencias de Mendes para satisfacer a sus jugadores y mucho menos para saciar la inagotable sed de fichajes que padece Laporta, esa compulsión que le arrastra a estirar continuamente más el brazo que la manga. De momento, lo único que le puede ofrecer a Yamal son, a falta de liquidez, esos minutos de oro en el primer equipo que no hacen si no encarecer su futuro contrato. De eso se trata, ¿no?
