Los municipios del Alt Empordà, que dependen del acuífero del Fluvià-Muga y que la próxima semana entrarán en situación de emergencia, dicen que la ACA les insta a sancionar a los que incumplan las restricciones pero se quejan de que no tienen herramientas para ello. En una reunión que han mantenido de forma telemática este jueves con el director del ACA, Samuel Reyes, algunos de los alcaldes han manifestado que los municipios pequeños tendrán dificultades para gestionarlo y que, además, no tienen datos en tiempo real para saber quién cumple y quién no.
En el encuentro, la ACA ha facilitado los datos de consumos y más de la mitad de los 22 municipios afectados superan el umbral actual de los 230 l/habitante y día. La situación de emergencia situará ese umbral en 200.
La ACA ha planteado la posibilidad de hacer -de acuerdo con la Asociación Catalana de Municipios (ACM)- una especie de ordenanza tipo para todos los ayuntamientos.
Durante el encuentro, la ACA también se ha mostrado abierta a negociar restricciones más quirúrgicas. Esto incluiría que si el Fluvià se mantiene en mejores condiciones que la Muga, se puedan tratar como dos unidades separadas.
La declaración, que previsiblemente entrará en vigor a finales de la próxima semana, afectará a 22 municipios del Alt Empordà que se abastecen del acuífero Fluvià-Muga, y a dos municipios del Baix Camp que dependen de Riudecanyes.
