El nivel de agua en los embalses de las cuencas internas catalanas ha roto la tendencia al alza y ha vuelto a recular en julio. Los pantanos se sitúan por debajo del 28%, según datos oficiales de este sábado. Después de que en mayo el volumen estuviera cerca del 25% y alcanzara mínimos del actual periodo de sequía, el nivel de agua subió al 30,2% en junio gracias a la lluvia.
Fuentes de la Agència Catalana de l’Aigüa (ACA) explican a la ACN que «es normal» que la cifra haya bajado durante julio, porque «se consume más agua, hay una mayor evaporación y menos aportaciones por las lluvias». A pesar de la caída de este mes, la ACA asegura que no se entrará en fase de emergencia por sequía hasta noviembre, como mínimo.
Según la ACA, las lluvias de mayo y junio han permitido recuperar «solo unos cinco puntos del nivel de reservas», principalmente en el sistema Ter Llobregat, mientras que en zonas como el Alt Empordà y las comarcas de Tarragona, la carencia de lluvias ha provocado que la recuperación sea «casi inexistente».
