La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lleva un par de años gestando a Sumar, la organización que lidera y que ha conseguido hacer mayor a base de tejer complicidades con otras formaciones y, especialmente, con gente afín del espacio a la izquierda del PSOE.
Lo que poca gente conoce es cómo el hueso de Sumar está lleno de catalanes que, con o sin compartir militancia en Podemos, han creado la figura de Díaz y el proyecto de partido convirtiéndose en el ‘gran poder catalán’ dentro de este espacio. El mejor situado es el actual jefe de gabinete de Díaz, Josep Vendrell, que fue diputado en el Parlament de Catalunya y dirigente de segunda fila de ICV. También tiene una gran influencia la hasta ahora alcaldesa de Barcelona y líder de los comunes, Ada Colau, con la que Díaz nunca ha escondido su gran sintonía. Y la última cara a destacar en el entramado interno es la del eurodiputado y exdirigente de Iniciativa Ernest Urtasun, que se ha convertido en el portavoz de la campaña de Sumar. Tanto si la cosa va bien como si va mal, está claro que muchos catalanes serán responsables del proyecto y de lo que les ocurra el 23-J.
