El fichaje de Leo Messi por el Inter Miami, decidido por el futbolista una vez que su vuelta al Barça se ha convertido en un sueño imposible, ha dejado un inevitable reguero de irritación y de rabia en determinados entornos laportistas. Las muestras de este resentimiento no se han hecho esperar, como la mostrada por el inefable Lluís Carrasco, personaje obligado a blanquear todas las barbaridades de su presidente, Joan Laporta, si no quiere perder esa posición de satélite mediático en la que se ha convertido, una figura omnipresente e instrumentalizada por la gestapo laportista en los principales medios, como son TV3, RAC1 y la SER.
Desde su punto de vista, Messi ha engañado todo este tiempo al Barça -a Xavi, sobre todo-, teniendo decidido desde hace meses que se iba a Miami. Así lo ha repetido en todas sus desesperadas y lamentables intervenciones, obnubilado por esa militancia ciega, el mismo Carrasco que, no hace ni dos semanas, se recreaba en la habilidad de Laporta para haber atraído a Messi y haber conseguido que, pese a las ofertas mareantes de Miami y de Arabia, Leo estuviera realmente pendiente del encanto de su presidente. Por tanto, era plenamente consciente de que el Inter Miami llevaba dos años detrás de él negociando, avanzando y alcanzando acuerdos, aunque sin firma por el expreso deseo de Leo de no cerrarse la puerta del Barça. También conocía todo el mundo la oferta insuperable de Arabia, también rechazada por el delantero argentino a la espera de escuchar y de tener una propuesta en firme de Laporta.
Carrasco sabe mejor que nadie, porque es tan buen vendedor de humo como Laporta, que su presidente se ha demorado en todo, que no ha hecho los deberes y que, hace más de un mes, Messi le anunció su deseo de tomar una decisión esta semana y cumplir con la promesa de garantizarle que el Barça podía inscribirlo. Ni una cosa ni otra, que bastaban para el sí de Messi incondicional y por un salario ridículo, se han producido. Todo era mentira una vez más. Demasiado humo, demasiado tarde y demasiada soberbia.














