La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha confiado en tener pronto un acuerdo con la Generalitat para desencallar la B-40. En una entrevista este viernes a Els matins de TV3, Sánchez ha explicado que el ministerio ha enviado la última propuesta al gobierno catalán después de la reunión del lunes, que fue «bastante positiva» y supuso un «acercamiento».
La ministra de Transportes no ha concretado cuál será la vía alternativa de financiación y ha dicho que el ministerio la está buscando y la planteará en una nueva reunión con el gobierno de la Generalitat la semana que viene. «Cuando la encontremos la explicaremos», ha afirmado. El gobierno español se abrió el lunes a buscar una fórmula que no fuera la disposición adicional tercera.
Sánchez ha asegurado que el dinero para financiar la ronda norte -el tramo de la B-40 entre Terrassa y Sabadell- no saldrá de partidas ya comprometidas y tampoco se financiarán las obras con peajes. «No es una cosa sencilla», ha dicho.
La titular de Transportes ha remarcado que el proyecto todavía se tiene que redactar y que, por lo tanto, todavía no será necesario consignar toda la cuantía de las obras en un primer presupuesto sino que se podrán «mover los recursos de manera más equilibrada».
Más de 100.000 viviendas
Por otro lado, después de los anuncios del presidente español, Pedro Sánchez, en materia de pisos de alquiler asequible, la ministra ha dicho que «fácilmente» se podrá superar el objetivo de crear 100.000 que se había fijado el ejecutivo. «No es una foto estática», ha afirmado.
Incidencia en Rodalies
En cuanto a la incidencia de este viernes por la mañana en la línea R4 de Rodalies (Cercanías) entre Cornellà y Catellbisbal, Sánchez ha pedido disculpas y ha apuntado que es una incidencia «anómala». «Estamos averiguando la causa, todo hace pensar en un fallo en el sistema eléctrico», ha apuntado. Sánchez ha defendido que la reacción ha sido «rápida» y que se está «invirtiendo mucho» en Rodalies.
La ministra también ha esperado que «pronto» se pueda adjudicar el contrato para soterrar las vías de la R2 en su paso por Moncada después de que haya habido un nuevo atropello mortal.
