L’Agència Catalana de l’Aigua ha empezado este lunes a retirar los peces del pantano de Sau. Como las reservas del embalse ya están por debajo del 10%, de no hacerse, los peces podrían morir y contaminar el agua, que abastece a las comarcas de Girona y del Área Metropolitana de Barcelona. Durante seis semanas se espera sacar hasta 60 toneladas de peces.
Una de las medidas que incluye el decreto de excepcionalidad por sequía es la de vaciar el pantano de Sau y trasvasar el agua que queda al de Susqueda, para garantizar su calidad. Pero para ello primero hay que retirar los peces que hay en Sau.
Como cada vez hay menos agua, es necesario sacar a los animales para evitar que se mueran en el pantano y puedan poner en riesgo la potabilización del agua. El objetivo principal, por tanto, es preservar esta agua, que aproximadamente garantizará el consumo de un millón de habitantes durante tres meses.
El Departament de Acció Climàtica y la ACA han ordenado pescar y sacrificar los peces del pantano de Sau. Las autoridades argumentan que la decena de especies existentes son todas invasoras, y que «si no hacemos nada y no llueve, morirán igualmente».
