“Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida, adefesio mal hecho”. Estas palabras se escuchaban de fondo, la tarde del jueves 12 de enero, mientras la imagen en la pantalla se acercaba a una gran fotografía del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. No era 13TV ni ningún canal de televisión de extrema derecha. Era TV3.
Se trataba, por supuesto, de una coincidencia no buscada. En el programa Planta baixa estaban tratando el tema de la canción que Shakira acababa de estrenar criticando a Gerard Piqué, de quien se ha separado de forma tormentosa. Para ilustrar musicalmente este tema, los responsables del programa decidieron, además de la canción de Shakira, que sonaran las de otras mujeres que se han desahogado cantando contra hombres con los que han tenido desencuentros.
En la transición a la entrevista prevista con Puigdemont, el técnico de sonido de Planta baixa pinchó la canción Rata de dos patas de la cantante de rancheras Paquita la del Barrio. Se trata de un tema que no está pensado para un marido traidor o maltratador sino para otro ex presidente, en este caso el mexicano Carlos Salinas de Gortari.
La presentadora del programa, Agnès Marquès, se apresuró a explicar lo ocurrido pero muchos seguidores de Puigdemont no la creyeron. Tal cual. El fanatismo que se ha instalado en el mundo de la política -no sólo en Cataluña pero aquí de una forma acentuada- ha hecho que destacados dirigentes del partido de Puigdemont, JxCat, y una multitud de usuarios de Twitter cargasen contra TV3 por lo que consideraron una maniobra voluntaria para burlarse del expresidente de la Generalitat.
Catalunya se dividió entre los que se hincharon a reir por lo que entendían como una casualidad divertida y los que estaban indignados por lo que estaban convencidos que era una operación política dirigida desde ERC, el principal rival de JxCat en el espacio independentista .
«No hay más ciego que el que no quiere ver», asegura el dicho. Y el debate político en Catalunya está lleno de ciegos voluntarios que niegan la realidad cuando no concuerda con su ideología.
A veces, ya lo dice Rubén Blades, «la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida». Sorpresas que a algunos dan risa y a otros les cabrean. Pero no le busquéis tres pies al gato o a la rata inmunda. Tienen cuatro.
