El embate de la pobreza

«La crisis provocada por la COVID-19, sumada a la inflación, ha dejado a 396.000 hogares catalanes en inestabilidad laboral grave, así como situaciones de desempleo, con 248.000 hogares con todos los miembros activos en paro». «Un 21% de los hogares de Catalunya, pese a que el sustentador principal tiene trabajo, viven en exclusión social». «En 2021, en Catalunya, el 31,9% de los hogares en situación de exclusión social tenían todas las personas activas en paro, frente al 8,2% del total de hogares catalanes». “El paro no afecta por igual a los diferentes grupos socioeconómicos o sociodemográficos sino que, según el INE, es particularmente elevado entre la población menor de 25 años (33,5%) y la población de nacionalidad extranjera (22,6 %)”. Éstas son algunas de las informaciones entristrecedoras que se incluyen en el Manifiesto que presentó la Plataforma Iglesia por el Trabajo Decente el pasado 7 de octubre, con motivo de la conmemoración del Día Mundial por el Trabajo Decente.

El próximo 17 de octubre se conmemora el Día Mundial por la Erradicación de la Pobreza. Las asociaciones que convocan a las concentraciones que se harán para denunciar esta injusticia nos recuerdan que la tasa de pobreza severa, según el Instituto de Estadística de Catalunya, era del 6,2% en 2020 y que en 2021 subió hasta el 9 %. En 2020 había 475.000 personas en esta situación y el pasado año, 680.000. Y nos cuentan también que la Renta Garantizada de Ciudadanía sólo da cobertura al 24,8% de la gente que sufre pobreza severa y que las personas que la reciben han perdido un 14,7% de capacidad adquisitiva en los últimos cinco años.

El último informe de la Federación de Entidades de Atención y Educación a la Infancia y la Adolescencia recoge que uno de cada cuatro niños de Catalunyña vive bajo el umbral de la pobreza, que los niños que se encuentran en situación de pobreza faltan más a la escuela y tienen un rendimiento escolar inferior, lo que les predispone al fracaso escolar, que el número de hogares que no pueden hacer frente al pago de la hipoteca o el alquiler y que no pueden permitirse comer carne o pescado fresco al menos una vez cada dos días se ha duplicado desde 2007 o que los hogares afectados por la crisis no pueden hacer frente al pago de tratamientos, medicamentos y otros artículos de primera necesidad.

Parece que JxCat y ERC se están discutiendo mucho últimamente. Suelen hablar en nombre del pueblo de Catalunya. Sin embargo, no lo hacen en el nombre y en favor de los intereses y necesidades de estas personas y familias catalanas pobres.

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