Citizen Lab no explica cómo detectó el espionaje de la mitad de las supuestas víctimas de su ‘Catalangate’

El laboratorio canadiense que ha servido de instrumento para la campaña preparada por el independentismo durante un año y medio deberá rendir cuentas ante los juzgados

El informe Catalangate que hizo público el pasado 18 de abril el laboratorio canadiense de tecnología y derechos humanos Citizen Lab sobre espionaje a activistas y políticos independentistas catalanes no explica cómo fueron atacados los móviles y dispositivos digitales de la mitad de ellos. En el Catalangate de Citizen Lab se incluyen 65 personas a las que considera víctimas de espionaje mediante los softwares maliciosos Pegasus y Candiru. Pero sólo de 30 personas especifica que constató que habían sido espiadas porque habían recibido sms falsos que al activarlos permitían que el programa malicioso se instalara en sus teléfonos y dispositivos. De las otras 35 no da detalles de cómo ha descubierto que han sido atacadas o espiadas con estos programas.

Las 30 personas que, según Citizen Lab, recibieron sms falsos con la intención de infiltrarse en sus teléfonos móviles y dispositivos digitales son: Albert Batet, una que no ha querido que su nombre se hiciera público, Arià Bayé, Carles Riera, David Bonvehí, David Fernández, Elisenda Paluzie, Elsa Artadi, Ferran Bel, Gonzalo Boye, Joaquim Torra, Jordi Baylina, Jordi Sanchez, Jordi Solé, Josep Costa, Josep Lluís Alay, Josep María Ganyet, Josep María Jové, Laura Borràs, Marcel Mauri, Marcela Topor, Marta Pascal, Marta Rovira, Meritxell Budó, Oriol Sagrera, Pau Escrich, Pere Aragonés, Roger Torrent, Sergi Sabrià y Sònia Urpí.

De las otras 35, hay 4 que la empresa Whatsapp comunicó que formaban parte de los 1.400 usuarios de teléfonos móviles de todo el mundo que habían sido presumiblemente atacados en mayo de 2019 a través de una brecha de seguridad por la que les habría infectado software malicioso. Son Anna Gabriel, Ernest Maragall, Jordi Domingo y Sergi Miquel. El quinto sería Roger Torrent que, según Citizen Lab, también recibió un sms malicioso, aunque no supo determinar en qué fecha.

Las personas que el laboratorio que dirige Ronald Deibert considera víctimas de espionaje en este caso pero sin explicar cómo fueron infectadas son: Alba Bosch, Albano-Dante Fachín, Albert Botran, Andreu Van den Eynde, tres que han querido mantenerse en el anonimato, Antoni Comín, Arnaldo Otegi, Artur Mas, David Madí, Diana Riba, Dolors Mas, Elías Campo, Elena Jiménez, Elies Campo, Jaume Alonso Cuevillas, Joan Matamala, Joan Ramon Casals, Joaquim Jubert, Jon Iñarritu, Jordi Bosch , Josep Rius, Marc Solsona, María Cinta Cid, Meritxell Bonet, Meritxell Serret, Miriam Nogueras, Pol Cruz, Xavier Vendrell y Xavier Vives.

Citizen Lab se ha negado a dar detalles de cómo ha llegado a la conclusión de que 65 independentistas han sido espiados. Se ha negado también a que una comisión independiente revise su trabajo. La Universidad de Toronto de la que depende le ha apoyado en esta obstrucción a un análisis independiente de su Catalangate. La decisión de judicializar el caso, adoptada por los dirigentes independentistas obligará, sin embargo, al laboratorio canadiense a entregar las pruebas de las inspecciones técnicas que ha realizado. Por el momento, el titular del juzgado de instrucción número 21 de Barcelona que investiga la denuncia presentada por Òmnium Cultural en representación de Marcel Mauri, Meritxell Bonet y Elena Jiménez, les ha pedido sus teléfonos móviles y que aporten los análisis técnicos de los dispositivos que demuestren que fueron infectados. Citizen Lab dice, en su informe, que los teléfonos móviles de Marcel Mauri y Meritxell Bonet fueron atacados con sms falsos, pero del ataque al de Elena Jiménez no dan ninguna explicación.

Al juez tendrán que explicárselo bien explicado.

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