El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha pedido disculpas por unas declaraciones en el programa de TV3 Planta baixa que, literalmente, son un insulto al expresidente Carles Puigdemont, por lo que han enojado a Junts y han generado también el rechazo de figuras de ERC como el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el diputado Ruben Wagensberg.
Según recoge la Agència Catalana de Notícies (ACN), Rufián ha pedido «disculpas a quien se haya podido sentir ofendido, empezando por el presidente Puigdemont, por el presidente Aragonés y por el vicepresidente Junqueras». «Creo que se podía explicar de formas muy diferentes y yo lo he contado de la peor manera. O sea que perdón», ha añadido.
Antes, en un tuit había querido «matizar» lo que consideraba un «titular fuera de contexto» del diario digital Vilaweb, que recogía así sus declaraciones: «Decir que por un tuit mío se proclamó la independencia de Catalunya es de tarado. El tarado es quien la proclamó. No quien publicó un tuit».
De hecho, ha explicado que lo que quería en Planta baixa era «salir al paso de según qué afirmaciones que hace mucho tiempo que vienen a menospreciar la voluntad del pueblo de Cataluña, que en 2017 proclamó la independencia y que salió con toda su fuerza, y que según quien quiere menospreciar simulando que es algo de Twitter».
Las declaraciones literales de Rufián, pronunciadas en un tono distendido y mientras reía, han sido: «Decir que no lo has cagado alguna vez en la red es mentir, seguramente, seguramente… Ahora, decir que por un tuit mío se va proclamar la independencia de Catalunya es de tarado. El tarado es quien la proclamó, no quien proclamó un tuit. No quien publicó un tuit, digamos».
Cuando el presentador del programa, Ricard Ustrell, ha ofrecido a Rufián la posibilidad de matizar estas declaraciones al momento, el diputado se ha despedido diciendo que no era necesario. Posteriormente, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha desmarcado de Rufián cuando el presidente del grupo parlamentario de Junts Albert Batet le ha preguntado en el Parlamento de Cataluña si permitiría «estos insultos».
Aragonés ha respondido que no, y ha manifestado que discrepa «absolutamente» y que está «convencido de que tendrán una explicación, si no una corrección». El diputado de ERC Ruben Wagensberg, por su parte, ha considerado «indecente» y «repugnante» tachar de «tarado» a Puigdemont.
Rufián ya se las había tenido con Puigdemont y su entorno. Sobre la denominada trama rusa del procés, dijo que el jefe de la oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay, y el abogado Gonzalo Boye eran «señoritos» que «se creen James Bond». El pasado 26 de mayo, indignó a Junts cuando dijo al presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, que dejara «de ir tanto a Waterloo», donde reside Puigdemont desde que se marchó de Catalunya en 2017 para no rendir cuentas ante la justicia española. En octubre de 2017, el portavoz de ERC en el Congreso ya había publicado el famoso tuit de las «155 monedas de plata», aparentemente también contra Puigdemont, del que siempre ha sostenido que se malinterpretó.
