El tren de Ferrocarriles de la Generalitat accidentado esta semana en Sant Boi de Llobregat circulaba a una velocidad un 47% superior a la permitida, según el primer análisis de la caja negra que revela La Vanguardia. En concreto, el convoy viajaba a 44 kilómetros por hora en un tramo en el que estaba vigente una limitación temporal de velocidad de 30 kilómetros por hora.
La misma información, que cita a fuentes cercanas a la investigación, destaca que la constatación del exceso de velocidad no comporta la determinación de la causa directa del accidente, que provocó la muerte del maquinista y heridas leves a 86 pasajeros. Aparte de la velocidad, se está analizando el estado de la vía, que ya había motivado quejas de los maquinistas.
Los datos extraídos de la caja negra indican que el maquinista respondió a un aviso del sistema de seguridad de las vías cuando pasó junto a la baliza que alertaba de un semáforo en ámbar, pero que no repitió la acción en un segundo aviso, en el tramo donde se produjo el accidente, lo que no permitió la activación automática del frenazo de emergencia, especifica La Vanguardia.
Según la misma información, la investigación apunta que el maquinista debería haber informado al centro de control tras el frenazo de emergencia, y no lo hizo, y que una de las ruedas, a raíz del descarrilamiento inicial de un vagón, se atascó en la diagonal de un cambio de agujas y, al reanudar la circulación, se desvió más, provocando que volcara el vagón.
