La trama de informáticos y expertos en tecnologías digitales que colaboraron en la promoción del referéndum del 1 de octubre de 2017 sobre la independencia de Catalunya estuvo implicada también en el apoyo técnico a través de Internet y las redes sociales de las acciones de protesta realizadas bajo el amparo de misterioso Tsunami democràtic. Estas acciones empezaron el 14 de octubre del 2019, inmediatamente después de que se conociera la sentencia del Tribunal Supremo a los dirigentes políticos y sociales que organizaron el referéndum y que proclamaron la independencia de Catalunya.
Este equipo de expertos en el mundo digital ofreció sus conocimientos para sortear el bloqueo por parte de la autoridad judicial de la web que creó el gobierno de la Generalitat para promover la participación en el referéndum. Dos años más tarde también puso ese conocimiento en el uso de las redes al servicio de los objetivos de Tsunami democràtic, un movimiento del que no se sabía quién lo había organizado pero que a través de sus canales de Telegram y Twitter convocó a decenas de miles de personas que intentaron ocupar las pistas del aeropuerto de El Prat y provocaron la suspensión de un centenar de vuelos para protestar por la sentencia del Supremo.
El encargo para crear la infraestructura tecnológica que permitiera a los dirigentes de Tsunami democràtic mantenerse en el anonimato lo asumió Sergi Miquel, responsable de la gestión económica de la infraestructura creada por el ex-presidente de la Generalitat Carles Puigdemont en Bélgica, según publicó El Confidencial ayer. Este portal digital explica que Miquel recurrió a tres miembros del grupo de expertos que les habían ayudado con la difusión del referéndum: Elies Campo, el autor del informe publicado por Citizenlab con el nombre de Catalangate, Jordi Baylina, desarrollador de Blockchain, residente en Suiza, y Pau Escrich, desarrollador de código abierto de la empresa Aragon Labs. Fueron ellos quienes programaron la aplicación de Tsunami Democràtic e idearon el sistema para acceder a ella mediante unos códigos QR que se distribuían por Telegram. Miquel, Campo, Baylina i Escrich apareixen en el llistat de persones investigades segons l’informe de Citizenlab. Campo está siendo investigado por la Audiencia Nacional por su vinculación con Tsunami Democràtic, según informó ayer El Periódico de Catalunya.
El Catalangate se ha convertido, pues, en Tsunamigate, especialmente después de que se filtrara que el CNI pidió permiso al juez para interceptar las comunicaciones de 18 personas vinculadas con ese misterioso movimiento de protesta. De los líderes de esta movilización hay dos que aparecen en el listado de ‘víctimas’ del espionaje que puede verse en el portal catalangate.cat. Son Xavier Vendrell, ex-dirigente y ex-diputado de ERC, y David Madí, que fue asesor del ex-presidente de la Generalitat, Artur Mas. Sorprende no encontrar en este listado a Oriol Soler, histórico militante de ERC y pieza clave de la organización de Tsunami Democràtic. Una explicación posible de su ausencia es que se negara a entregar su móvil a un equipo de personas fieles a Carles Puigdemont, dada la desconfianza que existe entre ERC y JxCat. Esa desconfianza podría ser también la causa de que Elies Campo y Citizenlab no hayan podido analizar el teléfono de Oriol Junqueras, presidente de ERC.
Del grupo de expertos en tecnología digital que buscaron alternativas al bloqueo del portal del referéndum creado por el gobierno de la Generalitat formó parte Josep Maria Ganyet, que también aparece como una de las ‘víctimas’ del espionaje. Ganyet participó dos semanas después del asalto al aeropuerto en dos programas de Catalunya Ràdio. «La aplicación de Tsunami Democràtic está hecha para que no se pueda saber quién hay detrás», dijo el 28 de octubre de 2019 en El matí de Catalunya Ràdio. La aplicación Pegasus parece que sí lo ha sabido.
